La cima
Conservad en vosotros la imagen de la cima
como uno de los mejores símbolos
de este ideal divino que debéis
esforzaros en alcanzar.
Aunque siempre sea para vosotros
como algo inaccesible,
lo esencial es no perderlo nunca de vista.
Cuando os concentráis en la imagen
de la cima os veis obligados a proyectaros
cada vez más hacia delante,
a superar cada vez grados más elevados
y sentís cómo poco a poco
esta costumbre mental se refleja
benéficamente en vuestra vida cotidiana.
Cada vez que debáis resolver un problema,
que tomar una decisión, que afrontar una dificultad,
sentiréis que domináis mejor la situación
porque lográis verla desde más lejos,
desde más arriba. Y cuando debáis actuar,
lo haréis cada vez con menor riesgo de error."