PREGUNTAS MISCELÁNEAS...(yII)
PREGUNTA
¿Qué se entiende por el término de Maestro? La Fraternidad Rosacruz ¿es un movimiento inspirado por ellos?
Respuesta: En el lejano Este, el discípulo que aspira a la vida superior busca a un Maestro, y se ata de pies y manos, figurativamente hablando, a El. Debe seguir y obedecer ciegamente sus instrucciones, sin la menor vacilación o curiosidad sobre el objeto de las indicaciones que el Maestro pueda darle. Debe prestarle sus servicios personales, de cualquier clase que sean y a costa de cualquier inconveniente que esto pudiera originarle, y de esta manera se convierte virtualmente en el esclavo de aquel. Esto parecerá ser un método exótico, pero es indudable que es la única manera posible de sobreponerse a la indolencia del oriental; y como éstos son una clase de egos retrasados, están acostumbrados a la servidumbre y supervisión, de manera que ello no está en pugna con sus sentimientos. Pero aquí, en el Occidente, dicho método sería considerado como degradante, porque hemos llegado a un grado de individualidad que solo podemos adelantar mediante la acción que surge del interior, y si hacemos cualquier promesa o prestamos un voto no nos obligamos absolutamente respecto a otro, sino que las promesas o los votos nos los hacemos a nosotros mismos, porque si no podemos mantener nuestro voto propio no podemos esperar mantener la palabra dada a otro. Además, podemos romper un compromiso que hayamos hecho a otro y mantenerlo en la creencia de que hemos guardado nuestra palabra, pero no podemos engañarnos a nosotros mismos. Si rompemos un compromiso que nos hayamos hecho lo sabremos inmediatamente, y, por lo tanto, el discípulo occidental debe prometerse a si mismo, pues ese es un voto muchísimo más fuerte que el que se le pueda hacer a un extraño. El instructor occidental es el más íntimo amigo y consejero del discípulo, porque sigue el ejemplo de Cristo, que dijo a sus apóstoles: Este es mi mandamiento, que os améis los unos a los otros, como yo os he amado. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que os mando (y) de aquí en adelante no os llamare servidores, porque el servidor no sabía lo que su señor hacía; pero yo os he llamado amigos, porque todas las cosas que yo oí de mi Padre os las he hecho conocer". (San Juan, cap. XV, versículos 12, 14 y 15). La Fraternidad Rosacruz no está a cargo de esos instructores ni ha sido inspirada por ellos; emite ciertas enseñanzas que le fueron dadas al autor con la condición de que las difundiera lo mejor que pudiera y que anunciara su disposición para ayudar a otros que quisieran calificarse para esa instrucción. Los estudiantes de estas enseñanzas se han reunido con objeto de beneficiarse mutuamente asociándose para el estudio, pero no existe organización alguna ni se trata de formarla tampoco, pues es mejor que cada uno obtenga sus enseñanzas donde más le plazca. Siempre es preferible que se mantengan en sus respectivas iglesias.
PREGUNTA Si un creyente en las enseñanzas emitidas por los Rosacruces mantiene firmemente que son ciertas ¿no está en peligro de hacerse dogmático e intolerante en la opinión de los demás? ¿Y cuál debe ser su actitud respecto a aquellos que rehúsan aceptar esas enseñanzas?
Respuesta: Es de la mayor importancia que reconozcamos el hecho de que, por lo menos en nuestra limitada condición actual, no podemos llegar a la última verdad. Por lo tanto, lo que nos parece a nosotros "verdad y toda la verdad" es, muy probablemente, sólo parte de la verdad. Conforme evolucionamos, haciéndonos capaces de comprender más y más, nuestras concepciones sobre la vida, el mundo y Dios, cambian. Por consiguiente, debemos mantener en todo tiempo una mente imparcial y abierta para poder así recibir toda nueva verdad que se nos presente; y si bien no debemos permanecer indiferentes, sino animados, por todo lo que creemos es verdad, nunca deberíamos olvidar el hecho de que existen aún mayores verdades que todavía no conocemos. Conservando esta actitud, mantenemos la mente abierta, sin limitarla con prejuicios ni dogmas. Algunas personas se entusiasman tan enormemente cuando han encontrado algo que les parece la verdad, que enseguida comienzan una verdadera cruzada para compeler a los demás a aceptarla. Es éste un grave error. Si vamos a una iglesia y comenzamos a hacer preguntas que levanten dudas concernientes a su fe en la mente de los fieles, podremos fácilmente producir un triste estado de confusión. Si lo que tenemos que dar armoniza con ellos y les sirve de áncora de salvación para que puedan descansar sobre una fe nueva y más elevada, tanto mejor. Pero si lo que tenemos que dar está más allá de su alcance y es, para ellos, inaceptable, sólo conseguiremos atraerlos a un estado mental desagradable, y hasta podrán ir al materialismo, al ateismo o a cualquier otra actitud escéptica desastrosa. Su vida en este caso, estaría desecha y nosotros seríamos los culpables. Debemos hacer una regla inflexible en nuestra vida de la discreción sobre lo que creemos o dejamos de creer, si bien de decir alguna palabra si llega el caso, nunca debe descuidarse la oportunidad y si esa palabra provoca alguna pregunta no debe temerse el contestarla. De esta manera se puede ir conduciendo gradualmente al preguntante. Por esta táctica no será conducido a menos que él lo busque realmente, y si vemos que desea mayores informaciones debemos darle todas las que necesite. Pero reiteramos una vez más que es una responsabilidad muy seria el emitir nuestras opiniones ante personas que no tienen deseos de escucharlas o que no están preparadas para ello.
PREGUNTA ¿Por qué los que se interesan en el estudio de la más elevada filosofía no se ocupan de mejorar el estado social y las condiciones industriales, tales como la abolición de la esclavitud del salario, que es tan brutal y degradante como la esclavitud negra?
Respuesta: Todos los ocultistas reconocen las urgentes necesidades del día, y nadie desea más que ellos la hora de la liberación, el tiempo en que la fraternidad sea un hecho, el momento en que todas las naciones conviertan sus lanzas en podaderas y sus espadas en hoces, como lo profetizó Isaías, pero tratan de producir ese mejoramiento siguiendo un camino diferente. Las uniones socialistas, obreras y otras organizaciones semejantes trabajan activamente para producir el mejoramiento de las condiciones, pero el ocultista sostiene que sus métodos son ineficientes y frustran la realización duradera del fin perseguido, porque es indudable que el hombre mismo es quien crea esas condiciones, y no las condiciones las que hacen al hombre. Si, por lo tanto, tratamos de mejorar a la humanidad elevando su tipo moral, entonces, cuando el hombre se haga mejor, la consecuencia natural será que el mismo creará condiciones mejores. Bajo el actual estado de cosas cuando una unión obrera, mediante una huelga o amenaza de ella consigue el triunfo y mejora en algo sus condiciones, el patrón comienza en seguida a combinar algún medio para contrarrestar la mejora y frustrar el objeto. Se asocia con otros patrones, para protegerse mutuamente, y estas asociaciones patronales están siempre en continua guerra con las uniones obreras. La mejora obtenida por una de ellas es cambiada continuamente por la otra. Sin embargo, cuando el patrón, así como el obrero, han sido cristianizados y han aprendido a no hacer a los demás lo que no quisieran que los otros les hicieran, no habrá la menor necesidad de uniones obreras, porque los patrones cuidarán por sí mismos del bienestar de sus empleados y se anticiparán a sus necesidades. El ocultista cree que este estado de cosas puede producirse meditando en él, porque todas las cosas y condiciones tienen su origen en el pensamiento. Por consiguiente, debemos desear ardientemente que la mente del hombre se abra al gran hecho de la fraternidad universal, para que puedan llenar sus corazones con el amor de Dios y se unan para buscar el bien, en vez de oprimirse e intimidarse mutuamente.
PREGUNTA ¿Se puede estudiar ocultismo, vivir la vida superior y ser millonario a la vez?
Respuesta: Cristo dijo al joven rico: "Deja todo lo que tienes"; pero el joven rico, que estaba muy apegado a las buenas cosas de esta vida, se fue lleno de tristeza, y el Cristo hizo notar entonces la dificultad con que tropieza el rico para entrar en el cielo. No dijo que eso fuera imposible, pero sabia que las riquezas son una terrible tentación. Sin embargo, un hombre puede ser millonario y luchar por vivir la vida superior. Las riquezas son un obstáculo, pero sería absolutamente erróneo suponer que las riquezas impiden el desarrollo oculto. Todo depende del punto de vista con que el hombre considere sus riquezas. Si las emplea con el objeto de engrandecerse para satisfacer su vanidad y para oprimir a sus semejantes, por supuesto no puede obtener el crecimiento espiritual; pero cuando el hombre se considera como simple administrador de sus posesiones, cuando trata de levantar fábricas modelo y casas de habitación de igual clase, cuando trabaja activamente para llevar a cabo sus ideas filantrópicas y sus semejantes se benefician así, entonces la fortuna es un poder enorme para el bien. Cuando un hombre trabaja en esa forma en beneficio de los demás, no tendrá mucho tiempo para pensar en su propio desarrollo y su crecimiento espiritual será más bien inconsciente. Sin embargo, progresará enormemente y sus oportunidades para obrar mejor y realizar obras más grandes irán aumentando con los años de esta vida y en las demás. Este es el verdadero significado de la parábola de los talentos. Los que emplearon sus talentos fueron nombrados gobernadores de cierto número de ciudades, para proporcionarles un empleo adecuado en el plan evolutivo. Por el contrario, si un hombre posee una fabrica y se llena tanto de deseos de desarrollo oculto que la vende y despide a sus obreros, dejándolos sin empleo para poder así desarrollarse y vivir la vida superior, ese hombre faltaría a su deber y, sin duda alguna, el maestro lo rechazaría pues habría enterrado su talento y en una nueva vida se vería privado de la oportunidad que otrora descuidara.
PREGUNTA ¿Cree usted en la pena capital? ¿No es ella mucho más humanitaria que la prisión perpetua?
Respuesta: Entre los salvajes podrá ser justo: el fuerte siempre sobrepasa al débil. Nos enorgullecemos de que nuestra civilización haya llegado a un elevado estadio y de que practicamos el altruismo en todos los departamentos de la vida. Sin embargo, aunque no salgamos a la calle armados con un garrote y matemos indistintamente a cuantos se nos pongan por delante, matamos de una manera muchísimo más refinada con lo que llamamos ley. Antiguamente la ley ordenaba que se colgara a los ladrones. Ahora decimos que ese castigo era bárbaro, pero la pena capital sigue siendo una mancha de nuestra civilización. Además, nuestra crueldad es mucho más refinada que la de los pueblos antiguos, porque éstos colgaban al ladrón o le cortaban la cabeza sin más trámite, en tanto que nosotros lo mantenemos encarcelado durante largos años, fijamos el día de su ejecución mucho tiempo antes y permitimos que en el ínterin vaya sufriendo anticipadas muertes. Sostenemos que el objeto no es la venganza, sino solamente la necesidad de salvaguardar a la sociedad, impidiendo que se cometan crímenes, pero la pena capital sólo consigue aumentarlos. Cuando un hombre tiene tendencias homicidas, debería ser aislado de manera que no pudiera volver a herir a sus semejantes. Pero matarlo no es, absolutamente, impedírselo. La muerte lo liberta en el Mundo del Deseo y lo deja en plena libertad para ir de un lado a otro entre los demás, sugiriéndoles pensamientos de odio y de venganza contra la sociedad. De ahí que se multipliquen los asesinatos. Además, la prensa ayuda enormemente a esta manía homicida. Los títulos llamativos y los textos que relatan hasta los más insignificantes detalles de los crímenes incitan a otros a obrar similarmente. Si la prensa se contentara con guardar el mayor silencio sobre los crímenes y suicidios solamente, muy pronto se notaría una disminución enorme, y es muy satisfactorio poder decir que por lo menos existe una publicación cristiana que rehúsa publicar cualquier cosa que no sea buena. En cuanto a la segunda parte de la pregunta, podría contestarse quizás que, bajo el régimen actual de las prisiones, es preferible la muerte. Pero esa rama de nuestras instituciones también necesita una urgente reforma y es mucha la tarea que tenemos aún que hacer en lo que respecta al trato que debe darse a los titulados criminales. Estos son nuestros hermanos, en la misma medida que los llamados miembros respetables de la sociedad, y que aún no han cometido el imperdonable delito de salirse de ella. Es cierto que la vida de la prisión no es hoy tan bárbara como antes. Es también cierto que, en los Estados Unidos, tenemos la probación y la suspensión de la sentencia, pero estamos todavía muy lejos de lo que debe hacerse realmente. Si pudiéramos comprender verdaderamente que los llamados criminales son hermanos nuestros los trataríamos como si fueran hermanos menores, hijos de nuestra propia madre, y entonces estaríamos muy cerca de obrar debidamente; porque ¿quién de entre nosotros, si un hermano menor hubiera cometido una falta, lo enviaría a presidio con desprecio, o le daría calificativos denigrantes cuando hubiera cumplido su sentencia, manteniéndolo en el ostracismo el resto de su vida? Cuando una persona se enferma de fiebre tifoidea no nos enojamos contra ella y la enviamos al hospital por un mes; la enviamos allí hasta que se cure, cuidamos de ella y tratamos de que recupere su salud y nos regocijamos cuando se pone bien. Un criminal no es más que un ser mentalmente enfermo y débil. No debería enviársele a la prisión por un tiempo determinado, sino a una institución donde se le enseñara y ayudara a recuperar su sanidad mental. Hasta que procedamos en esa forma no podremos decir que hemos sobrepasado la máxima bárbara de pedir ojo por ojo. ¿Cómo podemos rogar "perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores si empleamos tales procedimientos?
PREGUNTA
¿Cuál es el punto de vista Rosacruz sobre el sufragio femenino?
Respuesta: El espíritu no es macho ni hembra, sino que se manifiesta alternativamente como hombre y como mujer; de manera que, considerando el sufragio femenino desde este punto de vista más amplio, sería un beneficio para el hombre actual el acordar a las mujeres lo que realmente tienen derecho: una igualdad completa en todos los particulares. El doble tipo de moral de nuestros días que permite el adulterio del hombre, sin que por ello se le considere mal, debe abolirse. El trabajo femenino debe pagarse tan bien como el masculino, y en todos los casos deberían seguirse las indicaciones que tan admirablemente expuso Eduardo Bellamy en su novela "Looking Back. ward" (El año 2000). La bondad de este arreglo social tan equitativo es evidente si consideramos la vida desde el punto de vista de que esta existencia no es más que una entre muchas: y que nacemos como hombres o mujeres alternativamente. Pero existen además otras razones que impulsan a que se dé a las mujeres la citada franquicia. En el hombre, el cuerpo denso es positivo y las fuerzas masculinas positivas están especialmente enfocadas en la Región Química del Mundo Físico. Está más especialmente interesado en lo que podemos pesar, medir, analizar y trabajar en la vida diaria. Su desarrollo se efectúa particularmente sobre el plano material, dando forma a la tierra y a todas las cosas, según se lo sugiere la fantasía, pero tiene poco o ningún interés por el lado espiritual de las cosas. La mujer, por otra parte, tiene positivo el cuerpo vital, y su resultado es que está intuitivamente en contacto con las vibraciones espirituales del Universo. Es más idealista e imaginativa, y tiene mucho interés por todas las cosas que tienden al mejoramiento moral de la raza; y como la humanidad sólo puede avanzar actualmente mediante la moral y el crecimiento espiritual, la mujer es, realmente, un factor primario en la evolución. La raza entera recogerá un beneficio prodigioso el día en que le dé iguales derechos que al hombre, pues hasta entonces no podemos esperar reformas que unan en verdad a la humanidad. Vemos, por analogía, si estudiamos el hogar, que la mujer es la columna central en torno a la cual giran el marido y los hijos. De acuerdo con su capacidad, hace del hogar lo que es, es la influencia cimentadora y es ángel de la paz. El padre puede morir o irse, los hijos también, porque mientras queda la madre el hogar subsiste. Pero cuando la madre muere, el hogar queda deshecho. Algunos han argüido: "Sí, pero cuando la política la atrae queda tan deshecho como si hubiera muerto". Mas no hay que temer tal cosa. Durante el estado de transición, mientras la mujer tiene que luchar para obtener sus derechos, y quizás un tiempo después, posiblemente puede ser así, pero tan pronto corno se haya adaptado a las nuevas condiciones lo mantendrá más firmemente que antes. En los lugares donde se ha ensayado el sistema ningún hogar ha quedado deshecho, y, en cambio, han sido ellas las promotoras de toda medida que tendiera al mejoramiento de la moral. Si bien las leyes sólo sirven para impulsar a la humanidad hacia un plano superior, en el que cada individuo será una ley en sí mismo, por el momento es absolutamente necesario que esas reformas se produzcan mediante una legislación adecuada.
PREGUNTA Los ocultistas se abstienen de comer carne, porque para ello se requiere matar a otro ser, cosa que ellos no quieren hacer ni directa ni indirectamente; ¿no sería también matar una vida el hecho de comer huevos o vegetales?
Respuesta: El caso mencionado es muy diferente del de matar a un animal. En realidad, para obtener carne es necesario matar al animal, lo que lo perjudica, pero al tomar un fruto de un árbol ayudamos a este, como se verá fácilmente considerando el proceso de germinación. El proceso es el mismo en todos los reinos. Cuando un animal tiene que nacer, el espíritu colectivo, auxiliado por los espíritus de la Naturaleza y los ángeles, modela el cuerpo vital, el que se deposita en la matriz de la madre, en tanto que el átomo simiente se pone en el semen de padre; entonces tiene lugar la gestación y el animal nace. Sin el átomo simiente y el cuerpo vital matriz no puede formarse absolutamente ningún cuerpo animal. Similares condiciones rigen la fecundación en el caso de un huevo o de una semilla vegetal. Son semejantes al óvulo femenino, son otras tantas oportunidades. Si el huevo se coloca en una incubadora o bajo una gallina clueca, el espíritu colectivo enviará la vida necesaria, aceptando la oportunidad que se le presenta. Si la semilla se planta en la tierra, cuando existen las condiciones necesarias, germinará, pero no antes. Si se aplasta un huevo o se lo inutiliza en cualquier otra forma para el objeto primario para que fue creado, o si una semilla se guarda muchos años, ya no hay vida, y, por consiguiente, no se causa ningún daño al utilizarlos como alimento. Y para el árbol resulta beneficioso que se le saquen los frutos maduros pues así dejan éstos de absorber innecesaria savia.
PREGUNTA La terrible entidad que Glyndon vio en el Zanoni de Bulwer ¿no es la misma que la que se describe como Mr. Hyde en la obra de Roberto L. Stevenson?
Respuesta: No. Hay cierta similaridad en algunos respectos, pero en otros puntos son completamente diferentes. La horrenda entidad que Glyndon viera se llama en ocultismo el Guardián del Umbral. Cuando el neófito entra en el Mundo del Deseo conscientemente, habiendo dejado dormido a su cuerpo físico, debe pasar ante una entidad tal como la que se describe en el Zanoni. Esa entidad es la encarnación de todas las malas obras del pasado, que no han sido aún expiadas y que esperan la expiación en las vidas futuras. El neófito debe reconocer a esa entidad como parte de sí mismo. Debe prometerse a sí mismo que tratará de liquidarlas tan pronto como pueda. Esta entidad es invisible para el hombre ordinario durante el intervalo entre la muerte y el nuevo nacimiento, si bien siempre está presente. Es un demonio, y está contrabalanceada por otra forma que representa todo el bien que el hombre hiciera en el pasado, a quien podría llamársele el ángel guardián, pero estas formas gemelas, como ya hemos dicho, son invisibles para el hombre ordinario, si bien son potentes factores en sus vidas. Algunas veces ocurre, sin embargo, que un individuo muere con una naturaleza pasional tan fuerte que, después de haber hecho la expiación del Purgatorio, y entrado en el Segundo Cielo, ese cuerpo de deseos se mantiene sin disgregarse hasta el momento en que ese individuo vuelve a renacer. Entonces, magnéticamente, se siente atraído por el, y el hombre poseería, por así decirlo, un cuerpo de deseos doble. El cuerpo de deseos de la vida anterior puede entonces hacerse sentir y obligarlo a llevar una doble vida tal como sustancialmente se relata en la obra de Stevenson, impulsándolo a cometer actos que le repugnan, porque el sufrimiento que experimentara en el purgatorio está actuando ahora como conciencia que le hace repeler ese mal. Afortunadamente, esos casos son rarísimos en la época actual.
PREGUNTA :
Si amputamos el brazo de un hombre, o cortarnos la rama de un árbol, ¿se corta al mismo tiempo la parte invisible de esos objetos?
Respuesta: En el caso de un brazo amputado, la contraparte etérica subsistirá con el cuerpo vital, aunque hay cierto lazo magnético entre aquél y el brazo físico que se entierra. Se recuerda de un caso en que un enfermo a quien se amputó un brazo se quejaba de fuertes dolores en el miembro cortado, como si algo le estuviera atravesando la carne. El dolor continuó varias semanas, hasta que se resolvió desenterrar el brazo, y entonces se vio que al clavar un clavo en la caja le había atravesado la carne. Sacose el clavo y el dolor cesó. Las personas a quienes se les ha amputado algún miembro se quejan algunas veces de dolores en los mismos, a veces durante algunos años después de la operación. Poco a poco, el dolor cesa, porque el miembro etérico se va desintegrando sincrónicamente con el físico que está enterrado. El cuerpo vital de la planta está sólo compuesto por los dos éteres más densos el éter químico y el éter de vida, que permiten a la planta crecer y propagar su especie, pero le faltan los dos éteres superiores, el luminoso y el reflector, y de ahí que no tenga sensación ni memoria de lo que ocurre en torno suyo. Por consiguiente, la amputación de un miembro no le causa el menor dolor, y si se trata de un objeto inanimado, como el éter químico es el único que está presente, el objeto no tendría la menor sensación. Sin embargo, sería erróneo inferir que no hay la menor sensación relacionada con ello en estos casos, porque aun cuando ni el mineral ni la planta tengan medios para sentir, están envueltos e interpenetrados por los éteres del Mundo del Deseo del Planeta, y el Espíritu Planetario siente todo, así como un dedo, que no tiene cuerpo de deseos individual, no siente, pero nosotros, que somos el espíritu interno que habita el cuerpo, sentimos directamente el daño que se causa al dedo.
PREGUNTA
¿ Conoce usted algún lugar a donde pueda uno ir a vivir esa vida tan hermosa, sencilla e inofensiva que usted recomienda?
Respuesta: No, no sabemos de sitio alguno, y si se encontrara uno con ese objeto, lo lamentaríamos por sus habitantes. Si tenemos un carácter violento y nos vamos a vivir a la montaña como reclusos, donde no haya otras personas que puedan herir nuestra sensibilidad, muy poco crédito sería para nosotros el no ser impacientes. Si encontramos ser difícil el sobreponemos a nuestros vicios o faltas en la ciudad, y nos vamos al desierto donde las tentaciones no existen, poco será nuestro mérito. Hemos sido colocados en ciudades y en medio de nuestros semejantes para que nos acostumbremos a acomodarnos a ellos y aprendamos a mantener firmemente nuestro carácter a pesar de todo y a rehuir las tentaciones donde existan. Uno puede estar en la montaña y tener su corazón en la ciudad, o puede meterse entre los muros de un monasterio y, sin embargo, estar deseando los placeres del mundo. Es mejor quedarse donde se está y desarrollar allí las cualidades espirituales que nos convertirán en seres mejores. Hay mucho que hacer en el mundo y si huimos de él ¿quién hará la tarea? Somos responsables de nuestros compañeros. Y salvo que nos descarguemos de esa responsabilidad, faltaremos a nuestro deber y el Destino nos llevará de nuevo a un ambiente tal del que no podamos escapar. Por lo tanto, es mucho mejor tratar de aprender todas las lecciones que están en nuestras manos que rehuirías y aislarnos.
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