En realidad, no hay yo ni hay otro.
Para la persona ordinaria, el templo es sagrado y el campo no lo es.
También esto es un dualismo que va en contra de la verdad.
Quienes están altamente evolucionados
mantienen una percepción sin distinciones.
Viendo todo, sin etiquetar nada,
mantienen su conciencia de la Gran Unidad.
De este modo son sostenidos por ella".
- Lao Tse