Hay dos seres de quienes no puedes escapar: de Dios y de ti mismo.
Libro de Urantia.
Esta frase tan corta encierra una gran verdad que ojalá hiciéramos lo posible por asimilarla lo mejor posible, porque es una realidad que nos acompañará mientras estemos envueltos en nuestra envoltura humana y de su comprensión depende en gran parte nuestra evolución, al saber aprovechar las oportunidades que la maestra Vida nos da a diairio.
A Dios lo podemos ignorar, pero no podemos huir de él porque El reside en nuestro propio corazón, porque "el gran Dios hace contacto directo con la mente del hombre y le otorga una parte de su ser infinito, eterno e incomprensible, para que viva y habite dentro de él. Dios se ha embarcado en una aventura eterna con el hombre y si cedéis a las fuerzas espirituales que moran dentro y en torno a vosotros, no podréis dejar de alcanzar el alto destino establecido por un Padre amoroso como meta universal, para sus criaturas ascendentes de los mundos evolutivos del espacio."64 pues " El ciertamente mora en el Paríso, pero su divina presencia también mora en la mente de los hombres." 139
Pero para que esta presencia no sea una simple creencia infértil, es preciso que nuestra mente esté alerta para no dejarse dominar por la masa consumista y dormida, para que pueda ser capaz de vivir en su vida cotidiana como una identidad diferente, consciente de su filiación divina y de su hermandad con todos los demás seres humanos, porque "el hombre que conoce a Dios considera a todos los hombres como sus iguales; ellos son sus hermanos. Los que son egoístas, los que ignoran a sus hermanos en la carne, sólo tienen cansancio por recompensa. Los que aman a sus semejantes y los que tienen un corazón limpio verán a Dios. Dios nunca olvida la sinceridad. Él guiará a los de corazón sincero a la verdad, porque Dios es verdad. «En vuestras vidas destruid el error y venced el mal por el amor de la verdad viviente. En todas vuestras relaciones con los hombres haced bien por mal. El Señor Dios es misericordioso y amante; es indulgente. Amemos a Dios, porque él nos amó primero. Por el amor de Dios y por su misericordia seremos salvados. Los ricos y los pobres son hermanos. Dios es su Padre. El mal que no querras que te hagan, no lo hagas a otros."1443
No huyamos de nosotros mismos, por el contrario no ahorremos esfuerzos por conocernos a nosotros mismos... con nuestras cualidades y defectos pues de ambos tendremos que dar cuenta a la hora del juicio, porque sólo a través de este conocimiento sincero de nosotros mismos, podemos llegar a la sabiduría, la cual está intimamente ligada a la fraternidad, porque ella nace cuando "el hombre que conoce a Dios considera a todos los hombres como sus iguales; ellos son sus hermanos. Los que son egoístas, los que ignoran a sus hermanos en la carne, sólo tienen cansancio por recompensa. Los que aman a sus semejantes y los que tienen un corazón limpio verán a Dios. Dios nunca olvida la sinceridad. Él guiará a los de corazón sincero a la verdad, porque Dios es verdad. En vuestras vidas destruid el error y venced el mal por el amor de la verdad viviente. En todas vuestras relaciones con los hombres haced bien por mal. El Señor Dios es misericordioso y amante; es indulgente. Amemos a Dios, porque él nos amó primero. Por el amor de Dios y por su misericordia seremos salvados. Los ricos y los pobres son hermanos. Dios es su Padre. El mal que no quieras que te hagan, no lo hagas a otros."1096
Trabajemos por mantener nuestra individualidad e identidad porque " los individuos espiritualmente ciegos que siguen lógicamente los dictados de la ciencia, las costumbres sociales y el dogma religioso, están en grave peligro de sacrificar su libertad moral y de perder su libertad espiritual. Tal alma está destinada a convertirse en un papagayo intelectual, un autómata social y un esclavo de la autoridad religiosa"1458
No olvidemos nunca que nuestro Padre ama a todos los hombres, pero a cada uno de ellos en forma personalizada como sólo un Dios puede hacerlo.
yolanda silva solano