Cuando entramos en la puerta sin puerta,
llegamos al final de la búsqueda.
Anteriormente, tal vez ya hayamos intentado varias maneras
de encontrar la iluminación o de convertirnos en algo especial.
Por fin entramos en la puerta del presente eterno
y descubrimos que no vamos a ningún lado.
Donde estamos es el lugar,
el único lugar,
para perfeccionar
la paciencia,
la paz,
la libertad
y la compasión