Declaro que el reino de los cielos es la comprensión y el reconocimiento del gobierno de Dios en el corazón de los hombres.»
Jesús, Libro de Urantia.
¡Qué simpleza la de Jesús al definirnos lo que es el Reino! no hay palabras grandielocuentes, ni grandes búsquedas en el conocimiento, simplemente nos pide que reconozcamos la divinidad de Dios en nuestro corazón y en el de todos los demás hombres, porque "el reino del cielo en el corazón de los hombres creará la unidad religiosa, no necesariamente la uniformidad, porque todos y cada uno de los grupos religiosos, compuestos de estos creyentes religiosos, estarán libres de toda noción de autoridad eclesiástica y soberanía religiosa. Dios es espíritu, y dispensa un fragmento de su ser espiritual para que resida en el corazón del hombre. Espiritualmente, todos los hombres son iguales. El reino del cielo no reconoce castas, clases, niveles sociales ni grupos económicos. Todos vosotros sois hermanos. 1487 y por tanto como tales, debemos amarnos.
Nada puede ser de mayor magnitud que el Reino, sin embargo para que los seres humanos pudiéramos acercarnos a esa grandeza, Jesús nos habló de lo opuesto y lo comparó a un grano de mostaza para que pudiéramos comprender mejor. Un grano de mostaza es algo muy pequeño, sin embargo cuando encuentra el terreno adecuado su cosecha es abundante, por eso "el Maestro aclaró que el reino del cielo debe comenzar con el concepto dual de la verdad de la paternidad de Dios y el hecho correlacionado de la hermandad de los hombres, y debe centrarse en esto. La aceptación de esta enseñanza, aclaró Jesús, liberaría al hombre de su larga esclavitud de miedo animal y al mismo tiempo enriquecería el vivir humano, con los dones de la nueva vida de libertad espiritual. Este nuevo evangelio presenta el alcance espiritual como meta auténtica del vivir. La vida humana recibe una nueva dotación de valor moral y dignidad divina. Jesús enseñó que las realidades eternas eran el resultado y la recompensa del esfuerzo recto en la tierra. La estadía mortal del hombre en la tierra adquirió nuevo significado como consecuencia del reconocimiento de un destino noble.1860"
Muchas veces se piensa que la espiritualidad nos aleja del mundo material, sin embargo no una, sino muchas veces Jesús nos enseña lo contrario porque:"no hay nada incompatible entre la filiación en el reino espiritual y la ciudadanía del gobierno civil o secular. Es deber del creyente es dar al César las cosas que son del César y a Dios, las cosas que son de Dios. No puede haber desavenencia alguna entre esos dos requisitos, siendo uno material y otro espiritual. La filiación en el reino, desde el punto de vista de la civilización en avance, debería ayudaros a volveros ciudadanos ideales de los reinos de este mundo, puesto que la hermandad y el servicio son el pilar del evangelio del reino. El llamado al amor del reino espiritual, debería actuar como destructor eficaz del impulso al odio de los ciudadanos descreídos y propensos a las guerras de los reinos terrestres. Pero estos hijos que se preocupan de los bienes materiales y que se hallan en las tinieblas, nunca van a saber nada de vuestra luz espiritual de la verdad, a menos que os acerquéis a ellos con ese servicio social altruista que es la consecuencia natural de rendir los frutos del espíritu en la experiencia de vida de cada creyente. 1929"
Jesús más que el que salgamos a contradecir o discutir con los incrédulos, nos pide que nos acerquemos a ellos mediante la ayuda desinteresada y altruista, porque "si conocemos a Dios, nuestra tarea verdadera en la tierra es vivir de tal modo, que el Padre pueda revelarse en nuestra vida, así todas las personas que buscan a Dios, lo verán y pedirán nuestra ayuda para averiguar más acerca del Dios que de ese modo, encuentra expresión en nuestra vida.1466"
Es bueno reflexionar en esta íntima unión entre el reino de Dios y nuestra vida material, porque al hacerlo nos damos cuenta que esto es posible porque "El Padre Universal no se ha retirado de la adminsitración de los universos, él no es una divinidad inactiva.55" porque no sólo está en en cielo sino que una partícula de él habita en el corazón de cada hombre, a la espera que éste lo descubra y se una a ese propósito eterno, que es el de ser perfectos como lo es nuestro Padre-Madre.
yolanda silva solano
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