El espíritu del Dios verdadero está en el corazón del hombre. Dios tiene la intención de que todos los hombres sean hermanos.
El mensaje de Jesús es reiterativo, él no nació como uno de nosotros para traernos nuevas piedras escritas con los "no harás" El se autootorgó para enseñarnos a conocer a Dios no como una divinidad castigadora y castradora, sino como un Padre que ama a cada ser humano de una forma particular, de la misma forma que nosotros debiéramos amar a nuestros hermanos.
"La mente finita del hombre es incapaz de comprender cómo un Dios tan grande y majestuoso como el Padre Universal, puede descender de su morada eterna en perfección infinita para fraternizar con cada criatura humana, entonces tal intelecto finito debe hallar la certidumbre de la comunión divina en la verdad del hecho de que un fragmento real del Dios viviente, reside en el intelecto de cada mortal de mente normal y moralmente consciente. Los Ajustadores del Pensamiento residentes, son parte de la Deidad eterna del Padre Paradisiaco. El hombre no necesita ir más allá de su propia experiencia interior de contemplación del alma de esta presencia de realidad espiritual para encontrar a Dios e intentar la comunión con él 62" no solamente en los templos de cemento, sino en el propio corazón que es donde realmente habita en todo aquel que así lo desea, porque " la puerta de la vida eterna está abierta de par en par, para todos, el quiera puede entrar, no hay restricciones ni calificaciones, salvo la fe del que viene.1567 pues "el corazón del Padre no se cierra jamás a las necesidades y solicitudes de sus hijos, son ellos los le cierran su corazón.64"
En cierta ocasión estando Jesús cenando con sus apostóles les dijo:" me complace presenciar vuestra alegría y esparcimiento, pero debéis regocijaros aún más porque muchos entre vosotros entraréis en el reino venidero del espíritu, en el cual disfrutaréis más abundantemente de las cosas buenas del reino del cielo. A los que curiosean y me critican en su corazón porque he venido aquí a alegrarme con estos amigos, sabed que he venido a proclamar gozo a los socialmente afligidos y libertad espiritual a los cautivos morales. ¿Es necesario recordaros que los sanos no necesitan de médico, sino más bien los que están enfermos? Yo he venido, no a llamar a los justos, sino a los pecadores, porque todos los hombres son mis hermanos. Mi Padre celestial no menosprecia a ninguna de las criaturas de nuestra creación. El reino del cielo está abierto para todos los hombres y mujeres. Ningún hombre puede cerrar la puerta de la misericordia a un alma hambrienta que procura entrar. Nos sentaremos a comer con todos los que deseen oír sobre el reino. A los ojos de nuestro Padre que nos contempla desde lo alto, todos los hombres son iguales. No os negaréis pues a romper el pan con un fariseo o un pecador, un saduceo o un publicano, un romano o un judío, un rico o un pobre, un hombre libre o un esclavo. La puerta del reino está abierta de par en par para todos los que deseen conocer la verdad y encontrar a Dios».1541
¡Qué diferente podría ser el mundo si los que nos llamamos cristianos, fuésemos capaces de seguir estas enseñanzas de Jesús! cuantas guerras y discusiones filosóficas y religiosas se podrían evitar... Nuestros prejuicios ante las minorías sexuales, ante los que no piensan como nosotros, perderían su razón de existir y el amor a la hermandad podría superar cualquier diferencia y menosprecio hacia todos aquellos, que en nuestro interior consideramos que no merecen nuestra comprensión ni empatía.
Debemos convencernos, que no podemos en verdad llamarnos hijos de Dios, si no somos capaces de practicar la hermandad, porque la espiritualidad no es algo etéreo, sino algo muy concreto que debe ser medida por el resultado de nuestras obras y conductas acertivas, porque "la espiritualidad se vuelve de inmediato el indicador de la propia cercanía a Dios y la medida de nuestra propia utilidad para con los semejantes. La espiritualidad eleva la habilidad de descubrir la belleza en las cosas, de reconocer la verdad en los significados y la bondad en los valores. El desarrollo espiritual está determinado por la capacidad para eso y es directamente proporcional a la eliminación de las características egoístas de nuestros actos 1096"
No estemos pues a la espera que otros reconozcan o aprueben nuestra espiritualidad y amor a nuestro Padre porque "la única seguridad que tienes de un Dios personal, consiste en tu propio discernimiento en cuanto a tu creencia en las cosas espirituales y experiencia con ellas.1107
yolanda silva solano