7. LA EDUCACIÓN
El estado duradero se funda en la cultura, dominado por ideales y motivado por el servicio. El propósito de la educación debe ser la adquisición de conocimientos, la consecución de la sabiduría, la autorrealización y el logro de valores espirituales.
En el estado ideal, la educación continúa toda la vida, y la filosofía algunas veces se convierte en el objetivo principal de sus ciudadanos. Los ciudadanos de tal mancomunidad van en la búsqueda de la sabiduría para compenetrarse más intensamente con la significación de las relaciones humanas, los sentidos de la realidad, la nobleza de los valores, las metas de la vida y las glorias del destino cósmico.
Los urantianos deben lograr la perspectiva de una sociedad cultural superior y nueva. La educación alcanzará nuevos niveles de valor al pasar el sistema de economía motivado puramente por el lucro. La educación ha sido demasiado tiempo provinciana y militarista, exaltando el ego y buscando el éxito; a la larga tendrá que ser global, idealista, de autorealización y de comprensión del cosmos.
Hace poco la educación pasó del control del clero al de los abogados y los hombres de negocios. Ulteriormente se tendrá que entregar a los filósofos y científicos. Los maestros han de ser entes libres, verdaderos dirigentes, a fin de que la filosofía, la búsqueda de la sabiduría, pueda convertirse en el objetivo básico de la educación.
La educación es la tarea de la vida; ha de continuar toda la vida para que la humanidad pueda experimentar gradualmente los niveles ascendentes de la sabiduría mortal, que son:
1. El conocimiento de las cosas.
2. La comprensión de los significados.
3. La apreciación de los valores.
4. La nobleza del trabajo —el deber.
5. La motivación de las metas —la moralidad.
6. El amor al servicio —el carácter.
7. La visión cósmica —el discernimiento espiritual.
Luego, mediante estos logros, muchos ascenderán al máximo grado humano de la realización mental, el conocimiento de Dios
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