«Buscad la cosa más grande, y encontraréis que las más pequeñas están contenidas en ella; pedid las cosas celestiales, y las cosas terrenales estarán incluidas
Libro de Urantia.
Cuando logramos convencernos que lo humano y lo divino no son antagónicos sino totalmente complementarios, nuestra vida cambia porque dejamos de estar divididos entre lo uno y lo otro, pues "el hombre crece conscientemente desde lo material a lo espiritual, por la fuerza, el poder y la persistencia de sus propias decisiones.1282 Debemos partir por lo que conocemos, que es lo humano y lo material, para llegar a lo espiritual, porque el poner nuestra voluntad para llegar a la perfección, es lo que convierte nuetras obras comunes en extraordinarias y entonces todo lo demás se nos da por añadidura, porque "esta fe salvadora nace en el corazón humano, cuando la conciencia moral del hombre, comprende que los valores humanos pueden ser transformados en experiencia, de lo material a lo espiritual, de lo humano a lo divino, del tiempo a la eternidad.1118
Si el mundo está como lo vemos, si el Reino aún no florece en plenitud en nuestro planeta, es precisamente porque los cristianos tenemos una tremenda dicotomía entre lo espiritual y lo material. Hemos olvidado que "el arte verdadero de la manipulación efectiva de las cosas materiales de la vida, porque la religión es la transformación ennoblecedora de los hechos materiales y no cesa jamás en su evaluación espiritual.2080"
Estos planteamientos a simple vista pareciera que son antagónicos con la cita, que nos dice que debemos buscar las cosas celestiales para recibir las materiales, pero Jesús también nos dijo que no debíamos conformarnos con tomar en forma literal la enseñanza, sino que debíamos buscar la propia interpretación, porque el aislamiento y la simple adoración, nos alejan de la realidad cotidiana y nos hacen vivir un mundo imaginario para nuestra mente finita, por eso Jesús con su pragmatismo divino nos dice: "mientras os dedicáis a la obtención de las realidades eternas, debéis también disponer para las necesidades de la vida temporal. Aunque el espíritu sea nuestra meta, la carne es un hecho. Ocasionalmente, puede que lo necesario para vivir caiga en nuestras manos por casualidad, pero en general, debemos trabajar con inteligencia para conseguirlo. Los dos problemas principales de la vida son: ganarse la vida temporal y obtener la supervivencia eterna. Aun el problema de ganarse la vida necesita de la religión para su solución ideal. Estos dos problemas son altamente personales. La verdadera religión, de hecho, no funciona separada del individuo. 1778
El justo medio, la unión entre lo humano y lo divino es lo que le da a nuestra vida el valor de sobrevivencia eterna, debemos trabajar con entusiasmo en lo que la vida nos señala, pero a la vez debemos recordar que nuestro Maestro nos alertó sobre la carga de trabajo, al decirnos: "no estés constantemente con ansiedad excesiva en cuanto a tus necesidades diarias. No os atribuléis con los problemas de tu existencia terrestre, en todas estas cosas, orando y suplicando con un espíritu sincero de gratitud, despliega tus necesidades ante los ojos de tu Padre.1640"
El trabajo y la oración deben formar una amalgama perfecta, porque "el hombre puede ser un gusano en el polvo por su naturaleza y origen, pero cuando lo habita el espíritu de mi Padre, ese hombre se hace divino en su destino. 1676" porque "el suelo del alma en desarrollo es humano y material, pero el destino de esa criatura combinada de mente y espíritu es espiritual y divino. 1738"
yolanda silva solano