¿Qué les pasa a los hombres? ¿Por qué les cuesta acercarse a una terapia?
¿No es extraño que el hombre para reconocer que necesita una terapia deba estar tocando fondo?
El 99% de quienes se acercan a un proceso terapéutico son mujeres.
Y los hombres ¿están tan bien que no la necesitan? ¿Tienen todo tan claro?
Entonces, ¿por qué el 99% de las consultas se refieren a problemas de pareja o en el caso de la mujer la imposibilidad de encontrar un hombre afín que pueda comunicarse con ella amorosamente. ¿Por qué tantos problemas de pareja y tanta separación?
Son grandes preguntas que merecen una humilde reflexión.
El cerebro del varón funciona diferente al de la mujer. Es más practico, expeditivo, concreto y lógico; y la mujer, más emocional, maternal por instinto, reflexiva y de cuestionarse, de preguntarse qué le ocurre, está más abocada al sentir.
Entonces, cómo puede haber encuentro exitoso entre ambos si son tan diferentes?
La mujer ha alcanzado en los últimos años o décadas equipararse al varón en cuanto a lo laboral, lo lógico y racional, sin perder su femineidad (aunque muchos digan lo contrario) y sin tapar sus emociones.
En cambio el varón se ha quedado rezagado con respecto a ella, abocado la mayoría de las veces sólo a crecer laboralmente, dejando de lado sus áreas internas, casualmente las más ricas que posee, porque no es bien visto un hombre “macho” que sienta. Entonces, el varón oculta y esconde sus emociones, no las revisa porque a él no le pasa nada y todo está bien.
Hasta que lamentablemente se produce una eclosión en la pareja y todo se le viene abajo.
Emocionalmente el varón se comporta como un niño en el cuerpo de un adulto y cuanto menos terapia e introspección haga, más reacciones emocionales infantiles expresa.
Se dedicó a generarse recursos para ganar la batalla de la lucha diaria, de conseguir el sustento y eso es todo y la mujer ha crecido tanto en las ultimas décadas que se ha transformado en abastecedora, incluso muchas veces superando al varón.
En ese sentido, la capacidad mental, la creatividad y lo expeditiva que tambien puede ser una mujer, a veces llevada por la necesidad de salir a mantener a sus hijos, hizo que creciera mucho y que el varón haya quedado rezagado.
Cuando el varón se encuentra con un fracaso económico se desmorona, no tiene recursos emocionales que lo ayuden a enfrentar la crisis.
La mujer en cambio, generara nuevas estrategias, hará uso de recursos internos y seguramente descubrirá que cuenta con más recursos de los que creía tener y en pos de la manutención de sus crios volverá a intentarlo una y otra vez hasta lograrlo y de ahí en más ya no tiene limites en su crecimiento, tanto económico como emocional.
La diferencia estriba en que mientras crece lógicamente y en la practica concreta, va creciendo también emocionalmente.Es en este sentido que el hombre ha quedado rezagado
Mujeres que progresan en lo laboral y material y varones que como niños se quedan mirando su crecimiento sin saber qué hacer.
La calle, lo laboral, el dinero ya no es territorio exclusivo del hombre.
Mujeres que mantienen sus casas sin problema y muchas veces inclusive mantienen al hombre o ganan más que él, y en algún sentido éste pasa a ocupar el rol de un hijo más y cuando se llega a este punto la mujer dejó de encontrar en ese varón algún atractivo que la haga permanecer a su lado.
Los varones, por otro lado, se apabullan, mueren de miedo ante semejante crecimiento, no saben qué hacer porque no cuentan con recursos internos para enfrentar esos cambios, se produce el crack y finaliza la pareja.
No se puede decir que es un cambio de roles lo que acontece sino un equiparación de ellos.
Pero, en definitiva, el varón perdió. Perdió su autoestima, se dio cuenta que lo que aportaba él (manutención) que era lo que se suponía le otorgaba poder en la relación, ya no le funciona, y que sus escasos recursos emocionales no le alcanzan para tomar las riendas nuevamente en la relación sumado a la falta de comunicación en la pareja y las broncas sin disolver que destruyeron todo.
¿Qué les ocurre a los varones que no se atreven a ver que les pasa internamente?
¿Qué les pasa a los varones que no se dan cuenta que sus emociones infantiles, sin elaborar los estancan como seres humanos?
La mujer en la actualidad, ya no se somete a lo que no quiere, como hicieron nuestras madres y abuelas.
Y el varón cree que trabajar sobre sus emociones infantiles los afemina, que les quita hombría y entonces dice no necesitar y apoyándose en la negación de la dificultad no logra adaptarse a los cambios y luego, cuando toca fondo y decide buscar ayuda, por lo general es tarde.
Se disolvió la pareja, se diluyó el amor que los unía, los proyectos comunes, se disolvió la familia y cada cual continuara por otro camino.
¿Cómo es que los varones no se dan cuenta de esto?
A un proceso terapéutico acceden 50 mujeres por 1 hombre que se atreve.
Es llamativo! Como para pensar...
Les envío un cálido abrazo y que tengamos un fin de semana maravilloso
y pleno de bendiciones
Lic. Laura