Muchos acontecimientos inusitados han acaecido en este mundo, y no es raro que todos los hombres pensadores se preocupen por el espectáculo que presencian de sufrimiento y aflicción. Pero puedes estar seguro de una cosa: el Padre no envía aflicción como castigo arbitrario de la fechoría.»
El Libro de Urantia. Pág. 1661
Ante todos los desastres que están ocasionando los cambios climáticos en el mundo, algunos se preguntan ¿dónde está Dios que permite todo esto? olvidando que "el Padre no aflige a sus hijos deliberadamente. El hombre desencadena sobre sí mismo aflicción innecesaria, como resultado de su negación persistente a marchar en los buenos caminos de la voluntad divina. La aflicción está en potencia en el mal, pero buena parte de ella se produce por el pecado y la iniquidad. Muchos acontecimientos inusitados han acaecido en este mundo, y no es raro que todos los hombres pensadores se preocupen por el espectáculo que presencian de sufrimiento y aflicción. Pero puedes estar seguro de una cosa: el Padre no envía aflicción como castigo arbitrario de la fechoría. Las imperfecciones y desgracias del mal son inherentes; los castigos del pecado son inevitables; las consecuencias destructoras de la iniquidad son inexorables.1661 El hombre no debe culpar a Dios por las aflicciones que son el resultado natural de la vida que él elige vivir; tampoco debe el hombre quejarse de esas experiencias que son parte de la vida tal como se la vive en este mundo. Es la voluntad del Padre que el hombre mortal trabaje con perseverancia y firmemente hacia el mejoramiento de su condición en la tierra. La aplicación inteligente permitirá al hombre sobreponerse a buena parte de su miseria en la tierra. 1661
Durante siglos el hombre ha descuidado y explotado a la madre naturaleza sin piedad alguna, agotando los recursos naturales como los bosques, el agua y contaminando el aire,ahora debe aceptar sus errores y tratar de repararlos como al fin lo está haciendo alcambiar sus hábitos destructivos, porque " aunque la transgresión de la ley divina cosecha, tarde o temprano, el castigo, aunque los hombres indudablemente terminan por cosechar lo que sembraron, debes saber que el sufrimiento humano no es siempre castigo por un pecado anterior.1663 pues "El Padre no se retira en reclusión porque haya sido desairado; su afecto no se enajena debido a la mala acción de la criatura. Más bien, sus hijos, habiendo sido dotados con el poder de elección (respecto de él), en el ejercicio de esa elección, determinan directamente el grado y limitaciones de la influencia divina del Padre en sus propios corazones y almas. El Padre se ha entregado libremente a nosotros sin límite y sin favor. No muestra preferencia de personas, planetas, sistemas o universos.47"
Antes de culpar a Dios, debemos hacernos responsables de nuestras acciones, pero a la vez reconocer que hay acontecimientos que escapan totalmente a nuestro control y entendimiento, por lo cual es comprensible que "la mente mortal pueda pensar inmediatamente en mil y una cosas, ante las catástrofes físicas, accidentes espantosos, desastres horribles, enfermedades dolorosas, y calamidades mundiales y preguntarse si tales visitaciones están correlacionadas con las maniobras desconocidas de este probable funcionamiento del Ser Supremo.115" No debe extrañarnos estos planteamientos ya que ni siquiera las Personalidades lo saben, como con una humildad digna de ser imitada, nos responden: "francamente, no lo sabemos; no estamos realmente seguros. Pero sí observamos que, según pasa el tiempo, todas estas situaciones difíciles y más o menos misteriosas, resultan siempre en el bienestar y progreso de los universos. Puede ser que la función del Supremo y el supercontrol de la Trinidad entrelazan todas las circunstancias de la existencia y las inexplicables vicisitudes de la vida en un modelo significativo de alto valor.115"
En estos momentos de prueba e incertidumbre, es cuando nuestra fe debe ser la luz que nos guíe porque "el Padre Universal no es una fuerza transitoria, un poder cambiante, ni una energía fluctuante. el poder y la sabiduría del Padre son completamente adecuados para enfrentar todas y cada una de las exigencias del universo. Según se producen las emergencias de la experiencia humana, él las ha previsto todas, y por lo tanto no reacciona a los asuntos del universo de manera indiferente sino más bien de acuerdo con los dictados de la sabiduría eterna y en consonancia con los mandatos del juicio infinito. A pesar de su apariencia, el poder de Dios no funciona en el universo como una fuerza ciega. 47" pues "para vosotros las criaturas, muchos de los actos del Creador todopoderoso parecen arbitrarios, indiferentes y con frecuencia, insensibles y crueles. Pero nuevamente os aseguro que no es verdad. Todas las acciones de Dios responden a un propósito son inteligentes, sabias, generosas y eternamente atentas al mejor bien, no siempre de un ser específico, una raza determinada, un planeta específico, o incluso de un universo determinado; pero sí para el bienestar y mejor bien de todos, desde los más bajos hasta los más altos. En las edades del tiempo a veces puede parecer que el bienestar de la parte difiere del bienestar del todo; en el círculo de la eternidad tales diferencias aparentes no existen. "
"Somos todos parte de la familia de Dios, y por lo tanto a veces debemos participar de la disciplina de la familia. Muchas de las acciones de Dios que tanto nos perturban y confunden son el resultado de las decisiones y dictámenes finales de la omnisapiencia, que facultan al Actor Conjunto a ejecutar la elección de la voluntad infalible de la mente infinita, a hacer cumplir las decisiones de la personalidad de perfección, cuyo examen, visión, y solicitud abarcan el bienestar más elevado y eterno de toda su vasta y extendida creación. Ocurre pues que vuestro punto de vista, aislado, seccional, finito, burdo y altamente materialista, y las limitaciones inherentes a la naturaleza de vuestro ser, constituyen tal impedimento que sois incapaces de ver, comprender o conocer la sabiduría y bondad de muchos de los actos divinos que os parecen cargados de una crueldad tan aplastante y caracterizados por la indiferencia tan extrema para el consuelo y bienestar, la felicidad planetaria y la prosperidad personal de vuestros semejantes. Es a causa de las limitaciones de la visión humana, es debido a vuestro entendimiento restringido y a vuestra comprensión finita, que equivocáis los motivos de Dios y pervertís sus propósitos. Pero muchas cosas ocurren en los mundos evolutivos que no corresponden a las acciones personales del Padre Universal.47
Seamos colaboradores de nuestro Padre y cuidemos nuestro planeta, usando los recursos naturales con amor y sabiduría, porque es una manera de demostrar nuestro amor a nuestro Padre y a las generaciones futuras.
yolanda silva solano