


NUESTRA COMPRENSIÓN MÁS ELEVADA NOS GUÍA Y NUESTRAS VIDAS SON BENDECIDAS En nosotros hay un lugar sereno y sagrado, el lugar de nuestra conciencia más elevada. Parte de nosotros siempre mora en esta percepción, aun cuando llevamos a cabo nuestras actividades diarias. Por medio de la oración y la meditación podemos elevar nuestros pensamientos a este lugar alto y permitir que nuestras vidas sean guiadas al Bien. En esta conciencia, estamos por sobre las presiones de las preocupaciones y los problemas diarios. Desde este lugar, vemos la nada de la preocupación, la incertidumbre y la ansiedad. Estamos en paz. Vemos las cosas bajo la perspectiva correcta. Nos perdonamos y perdonamos a los demás. Vemos el Cristo en todas las personas y sabemos que el Bien surge en todas las experiencias de la vida. Nuestra conciencia más elevada nos guía y nuestras vidas son bendecidas. "El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente" (Salmo 91:1)
MARTA BRIGIDA DANEY

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