Quien quiera que se humille y se vuelva como este pequeño, se convertirá en el más grande en el reino de los cielos.
La primera impresión al leer esta cita es de rechazo, pues a nadie le gusta humillarse ni menos ser humillado y nuestro ego se rebela´, aún cuando se nos ofrezca como premio, el ser ensalzados posteriormente. Por eso creo que para entender esta cita, debemos comenzar por comprender la gran diferencia que hay entre humildad y humillación. La humildad es reconocer que "si hay algo bueno en mí es la manifestacion de Dios que permanece conmigo.1453 es la conciencia de que en nosotros hay una gran dualidad, por una parte somos menos que el polvo por nuestro origen, pero a la vez somos seres divinos encerrados en un cascarón humano, porque en nosotros mora una partícula de Dios. "El hombre puede ser un gusano en el polvo por su naturaleza y origen, pero cuando lo habita el espíritu de mi Padre, ese hombre se hace divino en su destino.1626
Y esta filiación divina, es la que a la vez nos obliga a amarnos a nosotros mismos y a valorarnos y rendir según los dones recibidos, recordemos la hermosa parábola de los talentos.1916 Si nos amamos y nos valoramos, no podemos permitir que nos humillen en forma gratuita pues " Jesús no apoyaba una práctica de sumisión negativa a las indignidades de los que pudieran buscar a sabiendas, aprovechar de los que practican la no-resistencia contra el mal, sino más bien, que sus seguidores fueran sabios y estuvieran alertas para reaccionar rápida y positivamente con el bien frente al mal, con el objeto de conquistar eficazmente el mal con el bien. No olvidéis que el bien verdadero es invariablemente más poderoso que el mal más maligno. El Maestro enseñó una norma positiva de rectitud: «El que quiera ser mi discípulo, que se olvide de sí mismo y asuma la entera medida de su responsabilidad diaria para seguirme». Vivió él mismo de una manera tal que «anduvo haciendo el bien». Este aspecto del evangelio estuvo bien ilustrado por las muchas parábolas que más adelante dijo a sus seguidores. Nunca exhortó a sus seguidores a que soportaran pacientemente sus obligaciones, sino más bien a que asumieran la medida plena de su responsabilidad humana y privilegios divinos, con energía y entusiasmo en el reino de Dios.1770
Humillarse no es poner cara de santos, ni elogiar la pobreza, ni exponerse volutariamente al ridículo, o en enunciar los muchos defectos que creemos tener, porque muchas veces estas acciones poco naturales, son un camujable para llamar la atención y nos pueden hacer sentir "orgullosamente humildes". Lo que se nos pide como hijos de Dios, no es negar nuestras cualidades y capacidades porque ellas son dones divinos que debemos hacer fructificar. Tampoco se nos pide no tener aspiraciones, porque justamente la presencia divina en nosotros nos da las alas para volar muy alto en busca de la perfección, lo que realmente se nos pide, es que tengamos la humildad de reconocer nuestros errores tanto materiales como espirituales y que no dudemos en pedir perdón y rectificar lo que hayamos hecho mal.
"De vuestros conceptos erróneos sobre el Padre en el cielo surgen vuestras falsas ideas de humildad y nace mucha de vuestra hipocresía. El espíritu otorgado por mi Padre volverá con toda seguridad a la fuente divina y al nivel universal de origen, y el alma humana del hombre mortal llegará a ser el hijo renacido de este espíritu residente y ascenderá certeramente con el espíritu divino, hasta la presencia misma del Padre eterno. Las prácticas vacías y necias de una humildad ostentosa y falsa son incompatibles con la apreciación de la fuente de vuestra salvación y con el reconocimiento del destino de vuestras almas nacidas del espíritu. La humildad ante Dios por cierto corresponde en la profundidad de vuestro corazón; la mansedumbre ante los hombres es loable; pero la hipocresía de la humildad autoconsciente y ostentosa es infantil e indigna de los hijos esclarecidos del reino. Hacéis bien en ser mansos ante Dios y en controlaros ante los hombres, pero haced que vuestra mansedumbre sea de origen espiritual y no la exteriorización autoengañosa de un sentido autoconsciente de superioridad presuntuosa.1677"
Quien quiera que se humille y se vuelva como este pequeño, se convertirá en el más grande en el reino de los cielos.
La primera impresión al leer esta cita es de rechazo, pues a nadie le gusta humillarse ni menos ser humillado y nuestro ego se rebela´, aún cuando se nos ofrezca como premio, el ser ensalzados posteriormente. Por eso creo que para entender esta cita, debemos comenzar por comprender la gran diferencia que hay entre humildad y humillación. La humildad es reconocer que "si hay algo bueno en mí es la manifestacion de Dios que permanece conmigo.1453 es la conciencia de que en nosotros hay una gran dualidad, por una parte somos menos que el polvo por nuestro origen, pero a la vez somos seres divinos encerrados en un cascarón humano, porque en nosotros mora una partícula de Dios. "El hombre puede ser un gusano en el polvo por su naturaleza y origen, pero cuando lo habita el espíritu de mi Padre, ese hombre se hace divino en su destino.1626
Y esta filiación divina, es la que a la vez nos obliga a amarnos a nosotros mismos y a valorarnos y rendir según los dones recibidos, recordemos la hermosa parábola de los talentos.1916 Si nos amamos y nos valoramos, no podemos permitir que nos humillen en forma gratuita pues " Jesús no apoyaba una práctica de sumisión negativa a las indignidades de los que pudieran buscar a sabiendas, aprovechar de los que practican la no-resistencia contra el mal, sino más bien, que sus seguidores fueran sabios y estuvieran alertas para reaccionar rápida y positivamente con el bien frente al mal, con el objeto de conquistar eficazmente el mal con el bien. No olvidéis que el bien verdadero es invariablemente más poderoso que el mal más maligno. El Maestro enseñó una norma positiva de rectitud: «El que quiera ser mi discípulo, que se olvide de sí mismo y asuma la entera medida de su responsabilidad diaria para seguirme». Vivió él mismo de una manera tal que «anduvo haciendo el bien». Este aspecto del evangelio estuvo bien ilustrado por las muchas parábolas que más adelante dijo a sus seguidores. Nunca exhortó a sus seguidores a que soportaran pacientemente sus obligaciones, sino más bien a que asumieran la medida plena de su responsabilidad humana y privilegios divinos, con energía y entusiasmo en el reino de Dios.1770
Humillarse no es poner cara de santos, ni elogiar la pobreza, ni exponerse volutariamente al ridículo, o en enunciar los muchos defectos que creemos tener, porque muchas veces estas acciones poco naturales, son un camujable para llamar la atención y nos pueden hacer sentir "orgullosamente humildes". Lo que se nos pide como hijos de Dios, no es negar nuestras cualidades y capacidades porque ellas son dones divinos que debemos hacer fructificar. Tampoco se nos pide no tener aspiraciones, porque justamente la presencia divina en nosotros nos da las alas para volar muy alto en busca de la perfección, lo que realmente se nos pide, es que tengamos la humildad de reconocer nuestros errores tanto materiales como espirituales y que no dudemos en pedir perdón y rectificar lo que hayamos hecho mal.
"De vuestros conceptos erróneos sobre el Padre en el cielo surgen vuestras falsas ideas de humildad y nace mucha de vuestra hipocresía. El espíritu otorgado por mi Padre volverá con toda seguridad a la fuente divina y al nivel universal de origen, y el alma humana del hombre mortal llegará a ser el hijo renacido de este espíritu residente y ascenderá certeramente con el espíritu divino, hasta la presencia misma del Padre eterno. Las prácticas vacías y necias de una humildad ostentosa y falsa son incompatibles con la apreciación de la fuente de vuestra salvación y con el reconocimiento del destino de vuestras almas nacidas del espíritu. La humildad ante Dios por cierto corresponde en la profundidad de vuestro corazón; la mansedumbre ante los hombres es loable; pero la hipocresía de la humildad autoconsciente y ostentosa es infantil e indigna de los hijos esclarecidos del reino. Hacéis bien en ser mansos ante Dios y en controlaros ante los hombres, pero haced que vuestra mansedumbre sea de origen espiritual y no la exteriorización autoengañosa de un sentido autoconsciente de superioridad presuntuosa.1677"
Una forma de practicar la humildad que Jesús nos pide es ser como los niños que nunca están satsfechos con lo que saben o conocen, ellos siempre están indagando y preguntando, no temen demostrar que no saben...tan diferentes a los adultos que casi siempre aparentamos saber más de lo que en realidad comprendermos. No confundamos pues humildad con humillación, "los fuertes no deben oprimir a los débiles.805 actuemos como Jesús lo hizo en el Templo, él sabía defender lo que era defendible, por eso " no reprobaba la actitud de no emplear la fuerza, cuando se trataba de proteger a una mayoría de determinado grupo humano, contra las prácticas injustas y esclavizantes de una minoría injusta, posiblemente afianzada en el poder político, financiero o eclesiástico. No se debe permitir a los hombres astutos, malvados e intrigantes que se organicen para la explotación y opresión de los que, debido a su idealismo, no están dispuestos a recurrir a la fuerza para protegerse, ni para fomentar sus proyectos laudables de vida.1891
yolanda silva solano
Una forma de practicar la humildad que Jesús nos pide es ser como los niños que nunca están satsfechos con lo que saben o conocen, ellos siempre están indagando y preguntando, no temen demostrar que no saben...tan diferentes a los adultos que casi siempre aparentamos saber más de lo que en realidad comprendermos. No confundamos pues humildad con humillación, "los fuertes no deben oprimir a los débiles.805 actuemos como Jesús lo hizo en el Templo, él sabía defender lo que era defendible, por eso " no reprobaba la actitud de no emplear la fuerza, cuando se trataba de proteger a una mayoría de determinado grupo humano, contra las prácticas injustas y esclavizantes de una minoría injusta, posiblemente afianzada en el poder político, financiero o eclesiástico. No se debe permitir a los hombres astutos, malvados e intrigantes que se organicen para la explotación y opresión de los que, debido a su idealismo, no están dispuestos a recurrir a la fuerza para protegerse, ni para fomentar sus proyectos laudables de vida.1891
Ser espiritual no significa aceptarlo todo en silencio con una sumisión servil, sino saber defendernos porque como hijos de Dios merecemos respeto, pero nuestras acciones deben dar testimonio de nuestra filiación, porque Jesús nos dijo: por us obras reconocerán que son mis discípulos.
yolanda silva solano
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