"No juzguéis para que no seáis juzgados, porque con el juicio con el que Juzguéis, seréis
juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá. ¿Por qué miras la paja que está en
el ojo de tu hermano y no te das cuenta de la viga que tienes en el tuyo? Saca primero la
viga de tu ojo, y entonces verás claro cómo sacar la paja del ojo de tu hermano.”
Esta es una de las pruebas y lecciones más difíciles de superar para el aspirante a la vida
superior: no juzgar ni criticar a los demás. Estamos demasiado acostumbrados a ver los
defectos y a criticar a los demás sin darnos cuenta de que todos estamos cometiendo
errores durante todo el día, pues, la crítica y el juzgar no sólo se hace con la palabra, sino
que mayormente se hace con el pensamiento.
Nuestra consciencia nos habla cuándo criticamos y juzgamos negativamente y normalmente
nos mostramos indiferentes a sus consejos y reprimendas sin darnos cuenta del mal que
estamos haciendo al desarrollo del Ego. Es importante saber que la persona que no tiene
tendencia de criticar es porque en su anterior vida ha trabajado para superar esa etapa,
nosotros nos encontramos más o menos ahí y por eso debemos estar siempre pendientes de
no criticar y juzgar, sobre todo para no ser un mal ejemplo para los demás
.
Las enseñanzas esotéricas dicen que el discernimiento o razonamiento lógico es la mejor
ayuda del aspirante para evolucionar en los mundos inferiores, para ello debemos practicar
principalmente la observación de todo lo que hacemos y todo lo que nos rodea, pero
siempre sacando conclusiones razonadas y lógicas.
Naturalmente no es tan simple porque debemos tener siempre presente que la observación
sólo será usada para quedarnos con los hechos que nos estimulan a hacer el bien, a ver lo
positivo y nunca para hacer una crítica destructiva. Si alguna vez tenemos que hacer ésta
debe ser hecha en sentido constructivo, porque la crítica que señala los defectos y el modo
de remediarlos, es la base del progreso, pero la crítica destructiva que destruye vandálicamente
sin ningún propósito, es una úlcera del carácter que debe ser erradicada cuanto antes.
El discernimiento nos enseña de una manera impersonal lo que es bueno y lo que es malo,
sobre todo si no mezclamos los sentimientos y lo hacemos con la pura intención de buscar
el bien en todo el mal. El examen y la decisión a tomar respecto a un objeto o idea es un
deber, no se debe dejar pasar la oportunidad de aumentar nuestro desarrollo espiritual
con lo mejor de nosotros mismos por medio de nuestra voluntad.
Si lo hacemos viendo lo negativo, aumentamos la atmósfera mental del lugar donde nos
encontramos, aumentamos negativamente nuestra atmósfera mental que se refleja en
nuestra aura. Esto quiere decir que con la crítica negativa, vamos sembrando el mal y
afectando a las personas que nos rodean; cuando juzgamos a los demás y les criticamos,
mandamos nuestros pensamientos y sentimientos en forma de flechas que afectan seriamente
a la persona criticada. Pero lo peor no es eso, esos mismos pensamientos nos vuelven a
nosotros (bajo la Ley de Causa y Efecto) y nos devuelven lo que es nuestro, pero
aumentado. Además y más importante, estamos afectando a la atmósfera mental
del planeta, y por consiguiente, a todas las personas
que se pongan en esa misma sintonía de vibración.
La comprensión y la tolerancia juegan un papel importante en el discernimiento para no
criticar ni juzgar, ponernos en el puesto de esa persona que criticamos también lo es, pero
creo que más bonito es aún, intentar ver el bien en todo lo que creemos que hay mal.
El aspirante esotérico debe saber que cuando nos fijamos en algo que no nos gusta en
los demás, es porque nosotros ya lo hemos experimentado, y por lo tanto, hemos tomado
conciencia de ello. Sabiendo esto, el aspirante espiritual debe volver contra sí mismo la
crítica para, a continuación, proponerse no volver a cometer el mismo error.
Practicando esto nos perfeccionamos, y cuanto más perfectos, menos predispuestos
estamos para criticar y lanzar la primera piedra. Al mencionar las faltas para enseñar
lo solución, estamos construyendo una buena atmósfera mental y ayudando
a erradicar el mal en los mundos invisibles.
La concentración de la mente para controlarla y dirigirla hacia una línea de actuación
donde el pensamiento, las palabras y las actitudes estén siempre basadas en el servicio
desinteresado y amoroso a los demás, es la base del crecimiento espiritual. Si intentamos
tener la mente controlada para dirigirla en ese sentido, podremos darnos cuenta en poco
tiempo, del gran adelanto que podemos adquirir.