"¿Y por qué miras la paja
que está en el ojo de tu hermano,
y no echas de ver la viga
que está en tu propio ojo?
¿O cómo dirás a tu hermano:
Déjame sacar la paja de tu ojo,
y he aquí la viga en el ojo tuyo?
¡Hipócrita! Saca primero la viga
de tu propio ojo, y entonces verás bien
para sacar la paja del ojo de tu hermano"
(Mateo 7:3-5).
Jesús expresó un principio que algunas
veces deseamos no fuera verdad,
porque nos dijo algo sobre nosotros
que no siempre queremos saber.
En términos psicológicos,
habló de proyección.
Dijo que lo que encontramos perturbador
en otra persona está dentro de nosotros.
Del mismo modo,
El enfatizó que nosotros tenemos
que hacer el trabajo,
no la persona a quien tenemos aversión.
Es perturbador darnos cuenta
de que otras personas son espejos
de nosotros mismos.
Sin embargo, este principio
puede permitirnos vislumbrar
lo que está dentro de nosotros.
Tal conocimiento es parte del viaje interno.