21.- LAS DIFICULTADES SON LA OPORTUNIDAD DE ORO PARA EL GUERRERO ESPIRITUAL. Le estimulan a ser distinto, superar los temores, confiar en su energía para relacionarse sabiamente con la situación, apelar a su resistencia, paciencia y ecuanimidad. Las dificultades le entonan, le robustecen, le evitan que el ánimo se enmohezca, le brindan la oportunidad de poner a prueba si realmente está evolucionando.
22.- LA MENTE HACE CONFUSION Y OFUSCACIÓN COMO LA HUMEDAD RECREA EL MUSGO. Por eso el guerrero espiritual entra en su mente para en ella resolver la oscuridad y hacer la lucidez de la consciencia. Según la condición de la mente, lo que a unos ata a otros libera. La actitud de la mente es esencial. El guerrero la cuida como a una orquidea única e irrepetible. Meditar es resolver los problemas en la mente y descubrir toda la sutil estructura del ego para habitar más allá de sus reacciones y sus paranoias.
Es el ego el que persigue y huye. Es el ego el que se aferra a los logros y se frustra; se sacia y se aburre. Pero cuando el guerrero se sitúa más allá de su ego y aprende a estar, descubre la inmensidad sin orillas que todo lo penetra.
23.- EL GUERRERO ALIMENTA UN SENTIDO DE PROFUNDO RESPETO POR SI MISMO Y POR LOS DEMAS. No hay verdadero amor sin respeto. Respetar es no dañar, no exigir, no obligar, no agredir ni siquiera en la forma más sutil. Respetar es no manipular, no ser ladino, no servirse de artimañas ni subterfugios para explotar material o psicológicamente a los otros. Respeta una piedra, una flor, un riachuelo o una criatura sintiente. Su actitud de respeto exhala su fragancia incesantemente. Es por esa inquebrantable actitud de respeto que el guerrero jamás se muestra arrogante ni mezquino, ni se ampara en falaces remordimientos no culpabilizaciones. Porque se respeta, es responsable y no se lamenta sin sentido. Porque se respeta se compromete a modificarse y pone realmente los medios para la mutación interior. El guerrero que no se respeta está al margen del arte de la guerrería espiritual.
24.- EL GUERRERO ESPIRITUAL MEDITA EN LA MUERTE COMO INEVITABLE, IMPREVISTA, DEFINITIVA E IRREPARABLE, PORQUE ASI POTENCIA CADA SEGUNDO DE SU VIDA Y LO PONE AL SERVICIO DE LA BUSQUEDA. No hay tiempo que perder. Inspirándose en el mensajero divino de la muerte el guerrero fortalece su propósito, pule su actitud, no busca consuelos inútiles ni se deja seducir por los fenómenos, no se pierde en banalidades, cultiva una conducta adecuada, no enreda con mezquindades, no cultiva emociones negativas, instrumentaliza todo para hallar el Conocimiento liberador, mejora sus relaciones, no pierde su tiempo en recuerdos o fantasías mecánicas, está siempre presto a la conquista de si mismo, se cree ante la adversidad, fomenta sin tregua la atención y estimula la consciencia. Sabe que cuando logre morir a sus condicionamientos y a su ego, incluso el miedo a la muerte habrá desaparecido.
25.- EL GUERRERO ESPIRITUAL DOMINA EL ARTE DEL MIRAR INAFECTADO. Manteniéndose en la energía del observador, desidentificado, es libre. Esa libertad es su ganancia, es su logro, es su enjundia. En el mirar inafectado, en el atestiguar desidentificado, no hay conflicto, no hay tensión. Sólo hay la voluntad de ser. Esa energía del observador adquiere toda su potencia cuando la mente aprende a silenciarse. Si cesa el charloteo de la mente y la atención se intensifica hasta su límite, el guerrero alcanza con su visión más allá de esas apariencias que a los otros detiene. En esa mente tan abismalmente silenciosa, tan inmensamente atenta, brota una energía transpersonal que acrecienta la consciencia y ensancha la comprensión. Lo inefable, lo incondicionado toma al guerrero. El fuego interior se despliega y quema las impurezas de la mente, deflagrando los hábitos coagulados y permitiendo que surja una implosión de comprensión que proporciona un giro a la mente y una manera hasta entonces insospechada de ver.
26.- EL GUERRERO ESPIRITUAL APRENDE A CONSIDERAR, PERO ES INDIFERENTE A SI LE CONSIDERAN O NO. Como está en el intento de superar la autoimportancia, la infatuación y las actitudes egocéntricas, no se resiente ante los juicios adversos, censuras, burlar o insultos de los otros. No necesita insuflar su imagen idealizada. No necesita de máscaras y camuflajes. Se adiestra en el amor consciente, el que pone los medios para que los demás también completen su evolución y sean felices.
27.- EL GUERRERO ESPIRITUAL HACE SU SENDERO DE MOMENTO. Es la suya la senda sin senda. Requiere golpes de luz que le orienten, verdades para el esclarecimiento, claves para desarrollar la consciencia. Sabe que el destino juega con él, pero que él también puede llegar a jugar con el destino. Está preparado para que la muerte no le tome por sorpresa. Eso quiere decir que si la muerte llega y él previamente ha matado su ego, ¿qué podrá la muerte arrebatarle?.
28.- CULTIVA LA PACIENCIA EL GUERRERO, PORQUE NADA ESPERA QUE NO SEA LO QUE OCURRE Y PORQUE ESTE MOMENTO, POR EL HECHO DE SERLO AHORA, ES EL MEJOR PARA LA REALIZACIÓN. Cultiva la energía el guerrero, porque sin ella toda apertura es imposible y el miedo le hará mella una y otra vez. Cultiva la confianza en la Enseñanza el guerrero, porque sin ella es como el amante que se extravía al no disponer de su amada. Cultiva la ecuanimidad como la cualidad de cualidades; como el equilibrista se entrena para no caer a uno u otro lado. Se asemeja el guerrero al riachuelo que, sagaz, sabe hallar los puntos de menor resistencia para seguir fluyendo hacia un cauce más generoso. Se parece el guerrero a ese cielo que sabe permanecer en sí mismo sin que las nubes consigan arrastrarlo. Es el guerrero como la montaña firme, sólido y consciente, y como la nieve esponjosa, poroso y amable. Está el guerrero en continuo aprendizaje, instrumentalizando para su crecimiento lo cotidiano, familiarizándose con lo desconocido y asomándose a lo incognoscible. Busca el signo más allá del signo. En el nivel de lo cotidiano usa la razón; en el nivel de lo supramundano se sirve de la intuición mística. Aprende a cabalgar sobre el tigre de la vida; enfrenta la muerte con lucidez y consciencia. Desconfía de los sentidos; confía en la percepción pura, incondicionada. Da la bienvenida a todo lo que le ayuda a templar el ánimo; a todo lo que le proporciona sobriedad y ecuanimidad. Da la bienvenida a lo que le hace sentir humildad, a lo que le lima su vanidad. Cualquier momento lo considera oportuno para adiestrarse en la superación de las interpretaciones personales y poder ver las cosas como son.
29.- TODA LA ENERGIA QUE SE PIERDE EN MEZQUINDADES, PEQUEÑECES, PREOCUPACIONES Y HERIDAS NARCISISTAS, DEBE APROVECHARLA EL GUERRERO PARA PODER DISPONER DE ELLA EN EL CAMINO DE LA AUTORREALIZACIÓN. No se ofende, no se irrita, no recoge los insultos de los otros, pero es resistente en su no violencia, inquebrantable en su pasividad.
30.- COMO EL GUERRERO ESPIRITUAL SIGUE LA SENDA SIN SENDA Y HACE CAMINO A CADA PASO, RECOMPONE SU ESTRATEGIA ESPIRITUAL SIEMPRE QUE SU GRADO DE EVOLUCION O LAS CIRCUNSTANCIAS LO REQUIERAN. Solo algo se mantiene fijo: su carácter de honestidad consigo mismo.
31.- EL GUERRERO ESPIRITUAL PONE LOS MEDIOS PARA PODER EMERGER DE LA ATMOSFERA DE ILUSION QUE HAY EN SU MENTE CONDICIONADA. Tiene que superar adoctrinamientos, patrones de conducta, reacciones coaguladas, esquemas y condicionamientos, descripciones petrificadas.
32.- EL GUERRERO GUSTA DE PONERSE AL BORDE DEL PRECIPICIO PARA QUE TODOS SUS RESORTES DE INTREPIDEZ LE VENGAN A LA MANO. No pierde jamás la consciencia, porque sabe que la negligencia es el puente hacia la oscuridad. Si el desfallecimiento le asalta, recuerda su propósito. Si la angustia le toma, en lugar de contraerse, pone su osamenta en manos de la Diosa. Si el miedo le aborda, se establece en la energía del que mira inafectadamente. Desarrolla a cada momento la comprensión de su meta; la comprensión de los medios hábiles para aproximarse a la meta; la comprensión de lo idóneo a hacer en cada momento y circunstancia. Se entrega, pero no se quema. Se da, pero no se desertiza. Jamás cultiva relaciones de dependencia; se niega a hacerle el juego a sus propias carencias psicológicas o a las carencias de los demás. No pierde las oportunidades preciosas; no deja pasar la bandeja de la providencia. Aprende a adaptarse. Sabe escuchar la sabiduría de su cuerpo, de su mente y de su corazón. Vela su bienestar físico y mental. No desaprovecha sus energías. Cuenta con la atención bien dispuesta como el gran rival del desequilibrio y el desorden.
33.- EL GUERRERO APRENDE A DESESTRUCTURARSE PARA VOLVERSE A ESTRUCTURAR EN EL NIVEL QUE PRECISA. La disolución no le espanta; sabe que es una fisura hacia lo inmenso. Reconoce los distintos niveles de percepción y sabe en cuáles debe confiar y en cuáles no. Descubre que más importante que aprender es desaprender, que aún más importante que ser es no ser. Se propone despertar del sueño psicológico. Es un guerrero espiritual el que lo intenta y pone los medios para ello. Desconfía de las leyes hechas por hombres dormidos, de las reglas fabricadas por mentes embotadas. Sabe que nada hay tan peligroso como el dogma y la creencia ciega. Aprecia más que nada la ternura y sabe que lo mejor que se puede hacer por los otros es amarlos conscientemente.
34.- EL GUERRERO ESPIRITUAL NO MALGASTA SU TIEMPO EN TRATAR DE BUSCAR UNA RESPUESTA A LOS IMPONDERABLES. Su vida anterior o su vida posterior no cuentan cuando se está viviendo la vida presente y proporcionándole todo un sentido de búsqueda. No cree en conceptos, sino en vivencias que modifican la mente y la conducta. Sabe que la vida sin un sentido es atroz. Que esa misma atrocidad es una bendición si se utiliza para acrecentar la consciencia y recobrar la Sabiduría.
35.- LO PEOR QUE PUEDE HACER UN GUERRERO ES TRAICIONARSE A SI MISMO; TRAICIONAR SU FORTUNA; TRAICIONAR SU DESTINO. Ha escuchado la enseñanza, tiene medios para ponerla en acción y acrecentar la consciencia. Ha adquirido un compromiso. Si se traiciona, ¿qué peor enemigo puede haber para él que él mismo?.
36.- EL GUERRERP NO ALIMENTA ILUSIONES . Sabe que en el espacio externo la mayoría de los acontecimientos y eventos escapan a su control. Es por eso que apunta hacia la mente y es su mente la que trata de cambiar. Es un alquimista de sus profundidades; es un mago de su psiquis. Ante lo inevitable, no guerrea; asume. Lo que debe ser modificado y puede ser modificado, lo modifica. No cree en las palabras; mucho menos en las promesas. Cree en la actitud y en los actos. Desde su ser inafectado mira la vida como un sueño, como un carnaval. Sortea los reflejos; mantiene la clara consciencia en el juego deformante de imágenes de la mente condicionada. Toma la vida por salto. Cierra los oídos a los elogios y a las increpaciones. Valora el esfuerzo cuando es resultado de la inteligencia y la libertad. Aprecia la disciplina, cuando es el resultado de la comprensión y la independencia. Embellece su mente con emociones positivas. No hace de su mente un estercolero ni un erial de su corazón. Limpia su hogar interior y lo abre a los otros.
37.- NO EQUIVOCA A LOS DEMÁS, NO FALSEA LOS HECHOS, NO SE SIRVE DE SUBTERFUGIOS Y ARTIMAÑAS, NO TRATA DE PRESENTARSE MEJOR DE LO QUE ES NI DE GANAR MÉRITOS. El es su propio juez, su propio testigo. Si algo no debe jamás ser un guerrero es mezquino. La mezquindad descalifica al guerrero. Debe hallarle el gusto a la generosidad. Nada hace el guerrero tan apuesto como la generosidad. Pero su generosidad jamás es debilidad. Nunca se presta a las manipulaciones, exigencias o reproches de los otros.
38.- EL GUERRERO ES UN PEREGRINO EN LA VÍA LÁCTEA HACIA EL CONOCIMIENTO. Su mayor inspiración es la libertad interior. Camina codo con codo con todos los guerreros espirituales de la tierra. La no violencia es su fuerza más poderosa. Cada momento de paz infinita es su recompensa más elevada. Sabe que al nacer a esta vida murió a otra forma de ser y que al morir en esta vida nacerá a otra modo de ser. Porque no tiene armadura y es como el espacio abierto, se siente seguro; no hay dardo que pueda herirle. Camina veloz, pero no se impacienta. No se agota, aunque mucho se fatigue, porque dispone de toda la energía de la corriente de consciencia despierta. Forma un eslabón en la inmensa cadena de los guerreros del espíritu. Aboga por la tolerancia y la indulgencia. No cree en las espadas ni en las lanzas, pero confía en la bondad primordial de los seres humanos. Toda criatura viviente habita en su corazón. Porque se sabe incompleto, aspira a la Plenitud.
Del libro "Recobrar la mente" de Ramiro Calle
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