Y pregunta a su corazón: “¿Valdrá la pena tanto esfuerzo?”
Pero el corazón continúa callado, y el guerrero tiene que decidir por sí mismo.
Entonces busca un ejemplo. Y recuerda que Jesús pasó por algo semejante –
para poder vivir la condición humana en toda su plenitud.
“Aleja de mí este cáliz”, dijo Jesús. También Él perdió el ánimo y el valor, pero no
se detuvo.
El guerrero de la Luz continúa sin fe.
Pero, aún así, sigue adelante, y la fe termina volviendo.