En el proceso del despertar de la conciencia, como en todas las iniciaciones, pasamos por lo que algunos llaman la noche oscura del alma, a lo que serìa lo mismo que atravesar un desierto, como sea que lo llamemos, hemos dado un salto al vacìo. En este punto, sòlo nos queda aferrarnos a nustro centro, mantener el norte, aùnque no sepamos còmo dirigirnos hacia el y a pesar de nuestra angustia, dudas y miedos, sòlo queda entregarse...morir a nuestros viejos esquemas, para que se dè la transmutaciòn del metal primero ha de pasar por putrefacciòn, pero. còmo morir concientemente? còmo entregarnos ? ha de ser dèsde el corazòn !!!! sin embargo cmo llegar hasta el, se nos ha enseñado el camino de la mente pero el del corazon ? entre màs pensemos màs nos perdemos, quedando presos de nuestros miedos a merced de la inercia, que intenta llevarnos a nuestro estado anterior màs còmodo, conocido y aparentemente seguro, entonces se desata una lucha interior hay que dar el paso y no sabemos còmo, al final tras nadar en contra de la corriente estamos agotados, el morir renacer desde el corazòn, es por el contrario un proceso fàcil, no implica lucha sòlo entrega... no es resistencia...es flexibilidad.
Hace falta mirarnos en nuestra justa dimensiòn, reconocernos en nuestro dolor que es fuego trasmutador, sincerarnos con humildad y responsabilidad que es amor, permitir el desintegrarnos, llorar lo que sea necesario y sobretodo, confiar, el fuego del dolor a la luz del amor es la alquimia de la conciencia.
Entonces con humildad pido...me reconozco...hago mi dolor verbo y asi al pedir me alineo con el alma o lo que es lo mismo, puedo emitir y recibir al reconocerme es decir mirarme con sinceridad y humildad dejàndo a un lado el ego, activo mi centro que es visiòn interior, a la luz de la sinceridad que es verdad y que aparte de la mirada de un corazòn humilde, quebrantado y contrito, con responsabilidad que es el reconocimiento vivo del propio ser, entro en el caudal de la energia de amor sabidurìa, la luz del alma, consiguiendo ascender al lenguaje del corazòn que es amor, al hacerlo verbo implico concientemente la energia de la inteligencia activa de la humanidad, el verbo se hizo carne y habitò entre nosotros...solo nos queda confiar es decir volver el corazòn, la confianza es intuiciòn verdadera que nace de un corazòn sereno.
Por este medio descubriremos nuestra llama interna que ilumina la noche oscura que es agua viva para atravesar el desierto, entonces ya no caemos màs al vaciò, ahora podemos volar
El acero se ha templado al fuego del dolor para aportar nuestra propia nota a la sinfonia de la vida.