Si quieres compartir la felicidad del Maestro, debes compartir su amor.
Libro de Urantia. Pág.1945
Contrariamente al culto que las religiones han dado al Cristo crucificado como un medio de mantener viva la culpa y el temor, Jesús quería ser recordado por lo que realmente fue, un ser humano alegre, participativo y que no hacía mayores distingos al escoger a sus amigos y colaboradores, a todos les daba la oportunidad de corresponder a su amor, como lo hizo hasta con Judas, porque lo que El demanda "es lealtad, no sacrificio. La conciencia del sacrificio implica la ausencia de ese afecto sincero que hubiera hecho de ese servicio amante la felicidad suprema. La idea de deber significa que tienes la mentalidad del siervo, y por ende te falta el estímulo poderoso de hacer tu servicio como amigo y para un amigo. El impulso a la amistad trasciende todas las convicciones del deber, y el servicio a un amigo para un amigo no puede ser llamado nunca sacrificio. El Maestro enseñó a los apóstoles que ellos son hijos de Dios. Los ha llamado hermanos, y ahora, antes de irse, los llama sus amigos.1945"
Si nos hubiesen enseñado desde pequeños a tener amistad con Dios en vez de una adoración servil, el mundo podría ser muy diferente, porque Jesús nos dijo: "al daros este nuevo mandamiento, no aflijo vuestra alma con una nueva carga; más bien os traigo nuevo gozo y hago posible para vosotros la experiencia de un nuevo goce al conocer las delicias de donar el afecto de vuestro corazón a vuestros semejantes. Estoy a punto de experimentar la felicidad suprema, aun soportando exteriormente gran congoja, en el acto de donar mi afecto a vosotros y vuestros semejantes.1944" porque la verdadera adoración al Padre es "la técnica de buscar en El, la experiencia para servir a muchos.1616" conscientes que en cada uno de nuestros hermanos hay una partícula divina, porque "el verdadero Dios no está lejos, es parte de todos y su espíritu habla en todos nosotros.45"
El concepto de la amistad del ser humano con Dios, que nos da a conocer El Libro de Urantia, es totalmente opuesto al concepto que los antiguos tenían de sus dioses iracundos y castigadores, porque la amistad, ese sentimiento de afecto desinteresado, sincero y personal que nace y se fortalece con el trato, es el que la Quinta Revelación nos propone en nuestra comunicación con Dios. No más un Dios lejano y ajeno a nuestra vida cotidiana, no más ese Dios inalcanzable para nuestra pobre naturaleza animal. No más, porque Jesús se hizo carne para ser uno de nosotros y mostrarnos el camino hacia el Padre y “un padre amante no aterroriza a sus hijos para conseguir que obedezcan sus exigencias justas” 1766.
“No sólo existe la criatura en Dios, sino que también Dios vive en la criatura. Sabemos que en él moramos porque vive en nosotros, nos ha dado su espíritu. El don del Padre del Paraíso es el compañero inseparable del hombre. Es el Dios siempre presente y que lo abarca todo. El espíritu del Padre sempiterno se oculta en la mente de todos los hijos mortales. El hombre sale a buscar un amigo y ese mismo amigo vive, dentro de su propio corazón. El verdadero Dios no está lejos, es parte de nosotros, su espíritu habla desde adentro de nosotros” 45.
Cuando tomamos conciencia de este Dios tan cercano, con el cual podemos conversar como lo hacemos con nuestro mejor amigo, nuestra vida comienza a cambiar de una manera notable, pues no necesitamos esperar un día determinado para acercarnos a Él, porque su compañía está presente en medio de nuestros quehaceres vulgares y cotidianos y en esa comunión real es donde nace la verdadera religión, porque “aislar parte de la vida y llamarla religión es desintegrar la vida y distorsionar la religión”1124.
La amistad no se impone, se escoge, por eso debemos buscar la amistad con Dios, por nuestros propios medios, no basta que nos digan que la Verdad esta allí o acá, esa puede ser una referencia, pero quien debe de encontrarlo es cada uno y cuando lo encontremos en la rosa del jardín, en la piedra que nos hizo tropezar, en el hermano que nos ofendió...es porque Dios nos ha encontrado primero
Jesús nos dice: “Yo vine a este mundo para revelar a vosotros al Padre y conduciros a él. Lo primero ya lo he hecho, pero lo segundo no lo puedo hacer sin vuestro consentimiento, el Padre jamás obliga a nadie a entrar en el Reino” 1820.“El derecho de entrar en el Reino está condicionado por la fe, por la creencia personal. El costo de permanecer en la ascensión progresiva del reino, es una perla de gran precio” 1583 que cada uno debe poner todo su empeño por adquirirla, porque nadie absolutamente nadie, ni siquiera Dios, puede evolucionar por uno, porque “lo único importante es aprender y luego poner en práctica lo aprendido”1658. Las religiones nos pueden entregar herramientas y de hecho, todas nos las dan, pero el hombre no las usa, se queda en fórmulas y en ritos que de nada sirven para cambiar nuestra vida, ni menos para mejorar al mundo.
Olvidemos al Cristo sufriente y aprendamos la amistad de quien nos pidió: "No describáis a vuestro Maestro como varón de dolores. Las futuras generaciones deben conocer también nuestra felicidad radiante, el entusiasmo de nuestra buena voluntad, y la inspiración de nuestro buen humor. Proclamamos un mensaje de buenas noticias, contagioso en su poder transformador. Nuestra religión late con nueva vida y nuevos significados. Los que aceptan esta enseñanza se llenan de alegría y su corazón los impulsa a regocijarse para siempre. Una felicidad en crecimiento constante es siempre la experiencia de todos los que están seguros de Dios.1766" porque la esencia de la creación es la alegría.
Dios no nos creó para mortificarnos sino para que la alegría y el placer de la exploración, nos llevase a conocerlo cada día más, en nosotros y por nosotros mismos, descubriendo la vida a través de nuestos hermanos y de nuestra vida cotidiana, porque ellas son las herramientas que se nos dan para evolucionar, son la expresión del amor y la alegría creativa de Dios que se manifiesta a través del la Vida que nos permite experimentar cada momento del día. Los invito a reconectarnos a este flujo original de energía, la alegría de la creación de Dios, el cual fluye a través de cada uno de nosotros, porque cuando por la fe viva, nos sentimos conscientes de Dios, nacemos del espíritu., porque " La conciencia de una vida humana victoriosa en la tierra nace de esa fe de la criatura que se atreve a desafiar cada recurrente episodio de la existencia cuando se enfrenta con el pavoroso espectáculo de las limitaciones humanas, con la firme declaración: aunque yo no pueda hacer esto, en mí vive alguien que puede y que lo hará, una parte del Padre-Absoluto del universo de los universos. Y ésa es «la victoria que sobrecoge al mundo.59
yolanda silva solano
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