Imaginad el asombro de estos doce hombres, que tan recientemente se habían negado a lavarse los pies unos a otros, y que se habían enredado en disputas tan poco elegantes sobre los sitios de honor en la mesa, cuando vieron a Jesús dar la vuelta alrededor del extremo no ocupado de la mesa, hasta el asiento más bajo del festín, en el que se reclinaba Simón Pedro y arrodillándose en actitud de siervo, se preparó para lavarle los pies a Simón. En el momento en que se arrodilló el Maestro, los doce se pusieron de pie al unísono; aun el traidor Judas olvidó por un momento completamente su infamia y se levantó con sus compañeros apóstoles en esta expresión de sorpresa, respecto y asombro total.
Libro de Urantia. Pág.1938
Jesús siempre se había negado a la práctica de estos ritos, " los que estaban a favor de las enseñanzas de Jesús, sabían que tan sólo se lavaba las manos para fines de higiene, que detestaba estas acciones puramente ceremoniales; por esto, no se sorprendieron de que viniera directamente a la mesa sin lavarse la manos dos veces.1825" Jesús consideraba que más importante que lavarse las manos, era tener una conciencia limpia porque "la moralidad de cualquier acción está determinada por la motivación del individuo.1585"
Sin embargo en esta ocasión, va mucho más allá de la costumbre judía de lavarse las manos y se dispone a arrodillarse para lavar los pies de sus apostóles, incluso los de Judas...Eran las últimas horas que el Maestro podría estar con ellos y quiso dejarles una lección de humildad que no pudieran olvidar, pues en este gesto estaba ejemplificando lo que también ellos deberían hacer al recibir el nuevo mandamiento y les dijo: "Cuando entré a este aposento esta noche, no os conformábais con negaros orgullosamente a lavaros los pies unos a otros, sino que también caísteis en disputas entre vosotros sobre quiénes se merecían los sitios de honor en mi mesa. Esos honores los buscan los fariseos y los hijos de este mundo, pero no debería ser así entre los embajadores del reino celestial. ¿Acaso no sabéis que no puede haber sitio de preferencia en mi mesa? ¿Acaso no comprendéis que amo a cada uno de vosotros como a los demás? ¿Acaso no sabéis que el sitio junto a mí, que significa un honor entre los hombres, nada significa en cuanto a vuestro estado en el reino del cielo? Sabéis que los reyes de los gentiles tienen señorío sobre sus súbditos, y que los que ejercen esta autoridad son llamados a veces benefactores. Pero no será así en el reino del cielo. El que quiere ser grande entre vosotros, que sea como el más joven; y el que quiere ser jefe, que sea como el que sirve. ¿Quién es más grande, el que se sienta a comer, o el que sirve? ¿Acaso no se piensa comúnmente que el que se sienta comer es más grande? Pero observaréis que estoy entre vosotros como el que sirve. Si estáis dispuestos a ser consiervos conmigo para hacer la voluntad del Padre, en el reino venidero os sentaréis conmigo en poder, aún haciendo la voluntad del Padre en la gloria futura.1940"
Deberíamos detenernos de una manera especial en este gesto y en estas palabras y pensar ¿cuál es mi verdadera disposición en estos días que de una manera especial el mundo recuerda a Jesús? ¿Tenemos nuestras maletas listas y todos los planes dispuestos para pasarlo bien? Nadie dice que esto esté mal, recordemos la cita que leímos hace unos instantes "la moralidad de cualquier acción depende de la motivación del individuo " porque "el Dios del cielo ve los motivos íntimos del alma, así como vuestras pretensiones exteriores y vuestras manifestaciones de devoción"1826 por tanto lo que hagamos en estos días no tiene mayor importancia, siempre y cuando estemos más unidos que nunca a nuestro Espíritu residente, para que donde quiera que estemos nos recordemos que Jesús vino a traernos la Buena Nueva que Dios es nuestro Padre y todos los hombres son nuestros hermanos.
En estos días de tanta prisa y agitación, unos días de descanso siempre son bienvenidos y Jesús así lo entendía cuando dijo:" id por un día de esparcimiento. Descansad de las arduas labores del reino y disfrutad del refrescante efecto que proviene de dejar vuestros trabajos y descubrir nuevas actividades recreativas.1543" Aprovechemos pues sin remordimientos nuestros días de descanso sin olvidar que somos hijos de Dios y tampoco nos dejemos llevar por ese dolor casi morboso de esas Pasiones de Jesús que se exhiben en la TV porque lo que debemos recordar no es la sangre derramada, sino el amor de Jesús que perdoná al ladrón y a todos los que le hacían daño, excusándolos ante su Padre porque no sabían lo que hacían.
En estos días tengamos en nuestra mente, todo lo positivo que la muerte de Jesús nos dejó porque " el evangelio de la buena nueva de que el hombre mortal puede, por la fe, llegar a ser consciente espiritualmente de que él es hijo de Dios, no depende de la muerte de Jesús. Es verdad, en efecto, que este evangelio del reino ha sido enormemente iluminado por la muerte del Maestro, pero lo fue aun más por su vida. Todo lo que el Hijo del Hombre dijo o hizo en la tierra, embelleció grandemente las doctrinas de la filiación con Dios y de la hermandad de los hombres, pero estas relaciones esenciales de Dios y de los hombres son inherentes en los hechos universales del amor de Dios por sus criaturas. 2002"
Nuestra semana puede ser Santa no por dejar de comer carne, ni por asistir a algun acto religioso, sino por nuestro compromiso interno con Jesús para agradecerle el camino de amor que nos trazó y que es el que nos lleva a la comunión íntima y real con nuestro Padre y con nuestros hermanos.
yolanda silva solano