A través de mis años de búsqueda en el campo Espiritual he tenido altibajos, alegrías, plenitud pero también tristezas, desesperación y frustraciones.
En esa búsqueda, a partir de mis sufrimientos, dolores, soledades, angustias y de que este mundo no es el mío, en ese absorber tanta información llegué a pensar que yo sabía más que los demás y que debía mostrar, enseñar a los que aún dormían cuál era el camino.
Nunca me han gustado las reglas y sentía que todo se movía a través de ellas. Este mundo estaba condicionado y no lo entendía. Mi parte mental masculina comenzó a tomar poder y absorbía más información que al final quedó en eso: datos, imágenes… todo racional, todo intelectual y unas ganas enormes de compartirlo con todos.
Me enfoqué en mi familia, en mis amigos… ellos deben saber que hay más. Que Somos más de lo que creemos, no solo este cuerpo, esta tridimensionalidad. Deben saber la verdad! No tienen idea de todo lo que hay… deben saber sobre Ángeles, las federaciones, la metafísica, los Maestros Ascendidos….
Me sentía aburrida con sus temas de conversación tan superfluos y faltos de espiritualidad.
Cómo no entendían? Cómo no podían ver eso que yo les mostraba???
Cómo se alejaron de mi? O por qué? O tal vez deba preguntar, para qué se alejaron de mi?
De pronto, en uno de mis trabajos internos espirituales (que siempre están presente), vino la respuesta:
Acaso, con todo lo que has aprendido has modificado “algo” de tu vida? Has sido ejemplo? Has cambiado? Has salido de los atolladeros que has creado? Eres FELIZ? Compartes esa felicidad con otros? O sigues amargada por tus problemas, de tus enredos, ansiedades, tristezas y amarres económicos? Estás en armonía? En Paz? O sigues insatisfecha?
Vi claramente mi soberbia. Mi ego desbordante! Qué historia la mía! Y que dolor sentí al saber que nada hacía con tanta información si aún estaba vacía en mi interior. Si aún tenía mis emociones vueltas del revés.
Dios! No había reparado en mi interior. No me percaté de mis emociones, de mi mundo interno.
Tanto reiki. Tantos cursos. Tanta información y yo aún seguía estando en el mismo lugar de embotellamiento. Trabada, dolida, angustiada, reprimida.
Cómo pretendía yo hacer comprender a mi familia y amigos algo que yo misma no podía grabar en mi interior? Sin perdonarme y amarme a mi misma?
Tanto poder tenía en mis manos con tanta información y no había tenido el poder para cambiar mi vida!!!
Sí debo decir que algo de la información adquirida me sirvió para comenzar a hacer cosas nuevas en mi vida. Meditar, que siempre me pareció un trabajo más que un placer, lo hago cada vez mejor. Sin intentar meditar, ahora me encuentro meditando incluso cuando cocino, barro o paseo al perro. Trabajar con mis chacras inferiores en vez de los superiores. Centrarme en ellos.
Siempre he querido tener una visión expandida, tercer ojo despierto, pero cómo? Para qué? Si aún no me veo en todo mi contexto en el presente! No importa si lo tengo desarrollado o no. Lo importante es desarrollar mi visión en el presente. Estar presente.
Mis amigas ven Ángeles. Ven a su Ser Superior y yo no lograba vislúmbralo tan siquiera. Y cómo hacerlo si siempre me recriminaba que no veía nada? Yo no puedo! No veo! No siento…!
Ok! Tiempo! Con el tiempo lo haré…
Qué cambió?
Salí de casa. Me independicé totalmente de la familia… pero todo seguía igual. Dejé trabajo, amigos, rompí relaciones. Me deshice de muchas cosas y sin embargo, nada cambiaba.
Seguimos desarrollando nuestro lado masculino. La información es importante para nosotros. Lo lógico, lo intelectual… Tal vez si nos hubieran enseñado algo de lo femenino antes que lo masculino sería distinto… No lo creo. Todo está en orden divino.
Lo cierto es que debemos evolucionar con ambos campos, con ambos factores. Uno sin el otro está incompleto. Algo que estoy aprendiendo: Debo tener balance, equilibrio.
Hay que trabajar con los chacras inferiores. Con nuestro cuerpo emocional. No podemos dejarlo relegado. Hay que comprendernos, Amarnos, respetarnos. Deshacernos de las creencias, apegos, apellidos, nombres. Unir todos los aspectos de nuestras vidas.
Amarnos, no incondicionalmente, pues tal vez no sabemos qué significa, no lo hemos experimentado, sino, simplemente AMARNOS, que de hecho ya se nos dificulta.
Perdonar. Perdonar cosas que hemos hecho en nuestras vidas (con nosotros y con otros).
Cómo voy a tener contacto con mi Yo Superior si no me creo digna de Su presencia? No merecedora?
Hay algo de incoherencia en lo espiritual. Tenemos que crecer emocionalmente. Queremos enseñar cosas muy valiosas, pero seguimos luchando con nuestras parejas, hijos, escasez económica… Tenemos que sanar a nuestro niño/a interno. Sin eso estamos perdidos.
No se pueden sanar las emociones desde la mente. Hay que trabajar en el interior, amando e integrando.
El vacío que experimentes está bien. El sentir que no perteneces a ningún lugar, está bien. El no querer estar con nadie, está bien. No te reprimas. No te juzgues. Todo es parte de tu nacimiento. El florecimiento a tu nueva vida.
El dolor te purifica. Acéptalo, intégralo. No te juzgues, sólo ámate. Consiéntete, mímate.
Estamos en camino, y en ese andar, en mi silencio, me apeteció compartir esto contigo.
Bendiciones,