«Para conseguir entrar en el reino de los cielos, lo que cuenta es el móvil. Mi Padre mira dentro del corazón de los hombres y los juzga por sus deseos internos y sus intenciones sinceras.»
Libro de Urantia. Pág.1571
La cita de hoy es categórica, para entrar en el Reino, el motivo es el que cuenta y personalmente no puedo dejar de pensar y ¿qué ocurre con los que creen adorar a su propio Dios y anhelan entrar a su reino y para conseguirlo no trepidan en dar su vida en forma voluntaria, sin pensar en el costo que significan sus acciones terroristas para otros seres humanos?
Tengo la impresión que cuando dejemos nuestra mente finita y limitada y ascendamos a "nuestro cielo" nos vamos a llevar más de una sorpresa al encontrarnos con muchos de aquellos que nosotros habíamos condenado. Creo que por algo Jesús nos dice: " «Yo os digo: amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen y orad por los que os ultrajan. Y todo lo que vosotros creáis que haría yo para los hombres, hacedlo vosotros. «Vuestro Padre en los cielos hace brillar el sol sobre malvados al igual que sobre buenos; del mismo modo él envía lluvia sobre justos e injustos. Vosotros sois los hijos de Dios; aún más, sois ahora los embajadores del reino de mi Padre. Sed misericordiosos, así como Dios es misericordioso, y en el eterno futuro del reino seréis perfectos, así como vuestro Padre celeste es perfecto. «Se os ha encomendado para salvar a los hombres, no para juzgarlos. Al fin de vuestra vida terrestre, todos vosotros esperaréis misericordia; por ello, os pido que durante vuestra vida mortal mostréis misericordia hacia todos vuestros hermanos en la carne. No cometáis el error de quitar la mota del ojo de vuestro hermano cuando hay una viga en el vuestro. Quitad primero la viga de vuestro ojo y así podréis ver mejor para quitar la mota del ojo de vuestro hermano. «Discernid claramente la verdad; vivid sin temor la vida recta; y así seréis mis apóstoles y los embajadores de mi Padre. Habéis oído que se ha dicho: `Si el ciego conduce al ciego, ambos caerán al abismo'. Si queréis guiar otros al reino, debéis vosotros mismos caminar en la luz clara de la verdad viviente. En todos los asuntos del reino os exhorto que mostréis juicio justo y sabiduría sagaz 1571
Este párrafo es como para meditarlo frase por frase, porque es una sintésis de toda la enseñanza del Maestro, la cual la gran mayoría conocemos, pero tan mal aplicamos. Tenemos que reconocer que lo que se nos pide no es fácil, amar a los hombres en forma genérica parece fácil, pero ¿amar a nuestros enemigos, a los qué nos odian. o hacen un inmenso mal a la gente inocente? ya es otra cosa... sin embargo Jesús insiste que tenemos que ser como nuestro Padre que derrama el sol para los buenos y los malos, del mismo modo que envía la luvia para los justos y los injustos, lo cual haciendo un parentésis es también bueno recordar en estos momentos en que las inundaciones asolan al planeta... que ellas no son un castigo de Dios, son reacciones de la naturaleza debido a la inconciencia del ser humano que por siglos no la supo respetar y dejó que el calentamiento global invadiera a nuestro Planeta. "la naturaleza no es Dios y los defectos del mundo natural no son indicios de ningún defecto correspondiente al carácter de Dios. Mas bien las imperfecciones que se observan son solamente las inevitables y momentáneas interrupciones en la proyección de una película infinta.57"
Se nos ha encomendado salvar y no juzgar a los hombres, también es una gran tarea porque ¡es tan fácil el criticar y juzgar a nuestros gobernantes y políticos! Nuestra misión salvadora no está en el salir a predicar, ni en tener un gran conocimiento o un a gran elocuencia, lo que se nos pide es que cada uno de nosotros, desde el ámbito que nos toca vivir, mostremos misericordia y que caminemos en medio de la luz de la verdad viviente, es decir esa verdad que no es estática ni sometida a las leyes y a las tradiciones, sino de esa verdad que nace de nuestra profunda conexión con nuestro Espíritu residente, porque es esa partícula divina que habita en nosotros, la que nos puede ayudar a tener un juicio justo y una sabiduría sagaz, de acuerdo al tiempo y a cada circunstancia.
El motivo de nuestras acciones es el que cuenta, estamos viendo a diario como quienes debían ser nuestros Pastores se convierten en lobos depredadores de inocencia, muchas veces amparados por su propio rango, haciendo muy real el refrán que "la vestimenta no hace al monje" para ellos elevemos nuestras oraciones y nuestra misericordia, no para amparar sus crímines que la justicia civil debe juzgar y condenar, sino que oremos para que alcancen un arrepentimiento sincero, pero más que todo para limpiar nuestra alma de la indignación que con justa razón estas denuncias nos provocan, porque "la mejor manera de sobreponernos a la crítica de una persona y alcanzar una forma rápida y segura de este cambio de actitud, es rogando por ella.998"
No permitamos que la desidia o el apuro de la vida diaria, nos impida darnos cuenta de cuales son las verdaderas motivaciones e intenciones de nuestros actos, porque son ellas las que nos dan la garantía de llegar algún día a alcanzar la sobrevivencia eterna junto a nuestro Padre.
yolanda silva solano
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