NO ACEPTAMOS NINGUN PODER EN EL MAL, PENSANDO Y DECRETANDO SOLO LO BUENO Y REAL
Al aceptar a Dios y a toda su creación como lo único existente bueno y real, tomamos conciencia de que al ser sus hijos no podemos aceptar ni manifestar otra cosa que no sea la perfección.
No aceptar el error en cualquiera de sus manifestaciones lleva implícita la trascendente tarea de sublimar todas las demandas del ego humano.
Parte de la personalidad humana esta compuesta por un patrón de conductas fuertemente arraigadas en el error.
Estos errores que día tras día, mes tras mes, año tras año fueron programando al alma humana durante siglos, han sumido al hombre en una búsqueda incesante de lujos y placeres cada vez mayores.
La programación realizada ha creado una fuerte cristalización en el subconsciente colectivo, sumiendo a la humanidad en el estado de tremenda desolación, miedo y desdicha en que se halla gran parte de la población mundial.
Los patrones que rigen al ser para enseñarle los conceptos básicos sobre el bien y el mal han sido severamente dañados.
A través del aprendizaje del conocimiento metafísico su entendimiento y posterior aplicación a la vida cotidiana, el ser volverá a tener el verdadero control de su vida, y mejorar la calidad de su existencia.
El hombre al ir tomando conciencia de su herencia divina ira dejando de lado esa tremenda pesadilla irreal de creerse una hoja sumisa al viento caprichoso de las casualidades del destino.
mi alma pura es caminar por la vía Media.