Amanezco con sorpresa el día en el que, oficialmente, se dibuja tu nombre en el ordenado calendario. Parecería que sólo es un domingo plagado de calido junio, hambriento de verano, primera ventana que ya empieza a invocar la magia de las playas, las sombras de las palmeras, el horizonte mostrando su plenitud de sol celeste.
Abro los ojos y me reclino con añoranza hacia mi ombligo, con esa alegría de saberme presa de tus caricias, de saberme a salvo y protegida, de conocerme, vitalmente, en el fondo frutal de tus apellidos. Tú eres, padre, la primera sílaba que inicia la senda de una letanía azul de amores compartidos.
Más allá del número festivo, de la hambruna mimética, del silencio o del olvido, más allá de este grácil pensamiento que a expresar no puedo todavía, más allá del verbo que confirma el amor eternamente perfecto, están tus manos trayendo hasta mis ojos el universo entero, trayendo hasta mis manos la arcilla generosa que sólo modela luz entre latidos de vida, trayendo hasta mi sombra una claridad de luciérnagas enamoradas con las que sentirme a salvo eternamente.
Desde ti llegué hasta la cima del mundo tras habitar los cárnicos paisajes de mi madre silente. Un largo viaje de cavernas y sangre, de latidos y besos, de espasmos azules y campanas de azúcar. Ella era el íntimo universo de todo mi horizonte mas, de repente, abrí los ojos al colapso del mundo y estabas tú, con tu grácil arrogancia, siendo amor diáfano más allá de la enconada semilla, más allá del contoneo vital de una humanidad que busca sendas invisibles desde las que perpetuar su voz y su memoria.
Más allá de la palabra que habita oratorias huecas de sílabas precisas. Más allá de nuestra propia piel, de la enconada anatomía. Más allá de nosotros mismos y nuestras voces, amanezco y te felicito como yo sólo sé hacerlo: mirándote con mis ojos de niña, rodeando tu cuello que levanta cordilleras de gozo, para decirte: “Te Quiero, Papá” con la voz llena de astros azules y verdades inmensas como océanos imborrables.
Recuperado de: elbloginfantil.com
Hoy, 19 de junio, se conmemora el Dia del Padre en muchos lugares de nuestro precioso planeta y aunque es mas que conocido que es bueno expresar nuestro amor todos los dias, soy de pensar que, el hecho de separar un dia para celebrar, es algo que "mueve la rueda" del quehacer, del sentimiento humano; entonces lo considero bueno. A todos los padres que ya celebraron su dia en su respectivo pais, y aquellos que lo celebraran en un futuro, les felicito por igual. El mio ya hace unas dos décadas que partio a lugares lejanos y anhelo verlo, abrazarlo y conversar con él. Siempre que llega este dia recuerdo con claridad aquella tarde en que estaba sentada en la sala de mi casa y senti que el tiempo se detuvo, entonces vi aquella figura que al acercarse a mi me dio un abrazo energético y continuo su marcha traspasando mi cuerpo y dejando mi corazon latiendo a gran velocidad. Era mi padre, no habian pasado 15 horas cuando recibi la noticia de que habia fallecido. Lo amo.
http://youtu.be/s6DHD4Jt-yw
MITZI