Recibid libremente el amor que os llegue tanto de fuentes divinas como humanas, independientemente de que lo merezcáis o no, y amad a cambio generosamente
Jesús, Libro de Urantia
Cuando no somos capaces de darnos cuenta de lo muchas cosas divinas que nuestro Padre nos regala cada día, es lo mismo que si le cerráramos la puerta y nos negáramos a recibir el amor que él nos demuestra a cada momento, tanto en lo positivo como en lo aparentemente negativo, porque en cada pesar o dificultad que encontramos en nuestro diario vivir, se nos está dando una oportunidad de crecer espiritual y moralmente, pues "no podemos percibir la verdad, hasta que no la experimentamos con los sentimientos y muchas verdades son realmente sentidas en medio de la adversidad.557" porque El se aflige con nosotros y nos revela el valor intrínsico del sufrimiento.
Pero aún cuando las pruebas son nuestra gran oportunidad de evolucionar, Dios también cada día nos regala la belleza de esas nubes de algodón que coquetean con el sol, pero que nosotros no vemos porque no tenemos tiempo de mirar el cielo y de igual forma nos perdemos los arco iris y los arreboles del atardecer... No le damos ninguna importancia a la delicadeza de la rosa que nos enseña que su hermosura está rodeada de espinas...o de la pequeñita violeta que con su aroma nos habla de la humildad...y ni hablar de todo lo que nos podría enseñar el mar infinito si pudiéramos VERLO en vez de simplemente mirarlo. El es como la vida misma, porque ella al igual que las olas no puede ser estática... Todos estos regalos que gratuitamente nos regala cada día la naturaleza, nos deberían unir a nuestro Padre, pues aún "cuando la Naturaleza no es Dios, en un sentido limitado es el hábito físico de Dios.36" por eso " la contemplación de la naturaleza puede tan sólo revelar a un Dios de la naturaleza, un Dios de movimiento. La naturaleza exhibe tan sólo la materia, el movimiento y la animación de la vida. La materia más la energía, bajo ciertas condiciones, se manifiesta en formas vivas, pero aunque la vida natural sea de esta manera relativamente continua como fenómeno, es totalmente transitoria en cuanto a las individualidades. La naturaleza no proporciona base para la creencia lógica en la supervivencia de la personalidad humana. El hombre religioso que encuentra a Dios en la naturaleza, ya ha encontrado primero a este mismo Dios personal en su propia alma.1106"
Es bueno estimular nuestra capacidad de asombro, para saber encontrar el amor en todo lo que nos rodea, y como nos dice la cita debemos aprender a recibir tanto de las fuentes divinas como de las humanas, porque así como la naturaleza es tan generosa con nosotros, aún en la adversidad de los contratiempos propios de un planeta en crecimiento continuo, también debemos aprender a descubrir y a amar a esas personas anónimas que nos permiten ir a nuestro trabajo manejando el Metro, o a esos venderores y cajeras de los súpermercados, o de aquella persona que en medio de la lluvia o del sol quemante nos cuida el auto y bueno ni que decir de ese jardinero que cuida nuestro jardín y de esa "nana" que maneja nuestro hogar. Todas estas personas de una u otra manera nos están entregando su buena voluntad y su amor y están contribuyendo a que seamos felices. ¿Con cuanta frecuencia nos DAMOS CUENTA de que ellas existen y que merecen nuestra atención y nuestro cariño demostrado en una sonrisa, en un gesto amable, como por ejemplo el escuchar sus inquietudes y sobre todo siendo generosos en nuestras propinas y salarios justos?
Jesús no hace diferencia alguna entre los dones divinos y los humanos, porque sabe que entre ellos no hay diferencia alguna, porque se potencian mutuamente porque " la humanidad no asciende sin esfuerzos en el universo, ni tampoco evoluciona el Supremo sin acción inteligente y propósito. Las criaturas no alcanzan la perfección por pura pasividad, ni tampoco puede el espíritu de la Supremacía actualizar el poder del Todopoderoso, sin el ministerio y servicio incesante a la creación finita. Porque así como el hombre alcanza su destino humano, del mismo modo alcanza el Supremo el destino en niveles de deidad.1284" Como podemos ver, "el hombre mortal, aunque tenga las raíces de su origen en el suelo animal de la naturaleza humana, puede, por la fe, elevar su naturaleza espiritual al sol de la verdad celestial y dar realmente los nobles frutos del espíritu,`porque nuestra naturaleza espiritual y el alma conjuntamente creada es un crecimiento viviente, pero la mente y los sentimientos morales del individuo, constituyen la tierra de la cual han de brotar estas manifestaciones más elevadas del desarrollo humano y del destino divino. El suelo del alma en desarrollo es humano y material, pero el destino de esta criatura combinada de mente y espíritu, es espiritual y divino.1739"
Si somos cocreadores con Dios ¿cómo podemos sentir que nuestra vida es plana y sin grandes motivaciones? Si todos los días nos parecen iguales, si la monotonía que cansa y agota nos está invadiendo y el estrés se está adueñando de nosotros, hagamos un alto en el camino y démosle un vistazo a todo lo que en verdad Somos y en lo mucho bello y verdadero que nos rodea y sentiremos que una nueva energía comienza a correr por nuestras venas y nos impulsa a vivir la vida en todas sus dimensiones, porque hemos comprendido que somos capaces de comenzar a amarla generosamente, porque estamos bebiendo la sabiduría de todas las fuentes a nuestro alcance lo cual nos da una gran plenitud material y espiritual pues "nada de lo que hace un hijo de Dios es ordinario.2099"
yolanda silva solano