Durante demasiado tiempo hemos olvidado cómo vivir auténticamente, las fuerzas negativas a través del tiempo han persuadido a creer que nosotros no somos Uno, que estamos separados unos de otros, por desgracia nos hemos convencido de que esto es real y ha acabado siendo una realidad en nuestras vidas gracias al miedo, todo tiene un motivo, todo sucede por algo, la humanidad es este motivo. Podemos unirnos con otras almas para crear el cambio consciente más extraordinario jamás celebrado en este planeta. El nuevo mundo que vamos a crear no consistirá en un logro más en nuestras vidas. Podemos ayudar a hacer la transición hacia una nueva forma de vida sin dolor, con serenidad y la experiencia del flujo constante de la paz, si llegamos a vivir plenamente de nuestros corazones de los que fluye el amor incondicional.
Esta es nuestra fiesta, nos corresponde a nosotros crear el mundo que queremos vivir y el momento es ahora. Después de escuchar a nuestros corazones debemos preguntarnos qué resonancia tienen estas palabras en nuestro interior, debemos preguntarnos si estamos listos para el nuevo mundo que está naciendo.
Podemos empezar a vivir desde nuestro corazón con amor y luz, y permanecer centrado en ello. Podemos resistir al caos que exista a nuestro alrededor, podemos no participar en las luchas y batallas que se generan. Podemos crear un nuevo mundo simplemente si nos decidimos a ampliar el amor en esta tierra en vez del odio y la lucha. Cuando nuestros corazones se reúnen con un fin común, la vibración de la frecuencia a la que resuenan es tan potente que genera un estado mundial capaz de unificar, para el bien de todos y por un mundo nuevo. La magnitud de estos eventos es enorme, el poder del amor de tantas personas concentradas en unos momentos significan no sólo nuestra curación sino la sanación del conjunto. Se genera como un contagio de este estado de bienestar y paz espiritual para todas las personas. Es muy importante reparar todo el daño hecho a este planeta y restablecer el equilibrio. Podemos hacer esto en conjunto, podemos iluminar la tierra colectivamente con nuestra actitud y nuestra vibración de amor…. Cuando todas las almas se reúnen en la meditación, lo que se crea es una armonía de los corazones, los corazones con la misma intención, el mismo enfoque, entonces se eleva la vibración de la tierra para poder curar. Vamos a sentir el flujo de la música creada a partir de todas las almas, una sinfonía de amor.
Es mejor si llegamos a olvidarnos que estas meditaciones pueden beneficiarnos individualmente, pero no podemos olvidarnos que esto servirá para la curación de aquellos que todavía no han escuchado su voz interior o optan por no hablar o escuchar, ya que estamos creando una vibración que es para el bien de todos. Nuestro amor y nuestra luz tienen una fuerza inmensa y poder, las fuerzas de oposición no pueden hacer frente al amor puro, ya que la luz divina sólo puede seguir aumentando hasta el infinito. El amor no tiene limitaciones.
Debemos aprender a escuchar la voz de nuestros corazones, a reconocer sus intenciones, su lenguaje y su intuición. Todos somos responsables de este momento, podemos crear el mundo que deseamos vivir.
Vamos a hacer resonar nuestros corazones como uno solo.
PAZ EN EL MUNDO Y PAZ EN MI. |