Exhortó a sus oyentes a que se esforzaran por ser originales, pero evitando toda tendencia a la excentricidad. Abogó por una simpatía desprovista de sentimentalismo, y por una piedad sin beatería.
Libro de Urantia. Pág.1673
La originalidad es algo que cada día es más escaso en los seres humanos, cada día el hombre se asemeja más a un robot que hace y dice lo que otros le dicen que hacer, se viste con las marcas que el consumismo casi lo obliga y come la chatarra que el bolsillo y el tiempo le imponen. Ser parte de la masa es fácil, porque se puede estar dormido sin que ello se note. Tal vez mucho digan que el seguir la corriente no tiene nada de malo, y puede que tengan razón porque no hay pecado ni maldad en hacerlo, pero los que hemos sido llamados a ser sal de la tierra, no podemos seguir siendo marionetas de los hilos de las circunstancias, pues nuestro Padre nos dotó del libre albedrío para que actuáramos como individualidades y de esta forma fuésemos dueños de nuestro propio destino, a nosotros Jesús nos dijo:"no sólo debéis deja de hacer el mal, sino que debéis aprender a hacer el bien.1436"
Para poder hacer el bien en forma consciente, primero tenemos que aprender a ser Personas, es decir aprender a tener conciencia de nosotros mismos, el famoso "conócete a ti mismo" de Sócrates, sigue teniendo la misma vigencia de siempre, lo mismo que las interrogantes sempiternas ¿quién soy? ¿A dónde voy? Frases muy manías, pero que muy pocas veces le prestamos la verdadera importancia que ellas tienen, por eejmplo ¿estamos conscientes que nuestro cuerpo es ni más ni menos que el templo de la divinidad?
"La infinidad de la perfección de Dios es tal, que eternamente lo constituye en un misterio. Y el más grande de todos los misterios impenetrables de Dios es el fenómeno de la residencia divina en la mente de los mortales. La manera en que convive el Padre Universal con las criaturas del tiempo es el más profundo de todos los misterios del universo; la presencia divina en la mente del hombre es el misterio de los misterios. El cuerpo físico de los mortales es «el templo de Dios.26" porque El en su infinito amor por su criatura, no le bastó que fuésemos sus hijos, sino que quiso quedarse para siempre en nuestra mente, la cual se aloja en nuestro cuerpo físico. Por éso Jesús nos dijo: "el hombre puede ser un gusano en el polvo por su naturaleza y origen, pero cuando lo habita el espíritu de mi Padre, ese hombre se hace divino en su destino. El espíritu otorgado por mi Padre volverá con toda seguridad a la fuente divina y al nivel universal de origen, y el alma humana del hombre mortal que habrá llegar a ser el hijo renacido de este espíritu residente ascenderá certeramente con el espíritu divino hasta la presencia misma del Padre eterno.1676"
¡Qué diferente podría ser nuestra vida si nos hiciéramos conscientes de este regalo de nuestro Padre! pues "desde las alturas de la gloria eterna desciende el Espíritu divino, a través de una larga serie de pasos, para encontrarse contigo así como eres y dondequiera que estés; y entonces, en asociación de la fe, abraza con amor el alma de origen mortal, para embarcarse en el seguro y certero camino de vuelta, de reascensión sin detenerse nunca, hasta que el alma evolucionaria sea exaltada con seguridad hasta las mismas alturas de dicha de las cuales saliera originalmente el divino Espíritu en esta misión de misericordia y ministerio.381"
Si nuestro ego nos permitiera comprender que todo lo bueno que nosotros podamos tener y entregar es, porque "si hubiese en mí una virtud, es porque la manifestación divina permanece conmigo1453" ¿no seríamos mucho menos orgullosos de lo que creemos poseer espirituamente? Porque sin duda que "el Espíritu divino es la fuente del incesante ministerio y estímulo para los hijos de los hombres. Vuestro poder y logro es conforme a su misericordia, a través de la renovación del Espíritu». La vida espiritual, así como la energía física, se consume. Los esfuerzos espirituales resultan en un relativo agotamiento espiritual. La total experiencia ascendente es tan real como espiritual; y así es como está precisamente escrito: «Es el Espíritu el que estimula». «El Espíritu da vida».381
El Espíritu divino está siempre con nosotros, pero no puede actuar si nosotros no le abrimos la puerta de nuestra mente consciente, porque sólo entonces podremos ser Personas capaces de actuar en forma volitiva y original, permitiendo que nuestro espíritu de observacón y nuestra capacidad de aombro estén siempre presentes en nuestra vida, de manera que sin mportar lo que hagamos, todo sea algo grandioso, porque tendrá valor de sobrevivencia porque para un verdadero hijo de Dios "todas las cosas son sagradas.1732"
Aquellos que han recibido y reconocido la presencia de Dios han nacido del Espíritu. «Sois el templo de Dios, y el espíritu de Dios mora en vosotros». No es suficiente que se haya derramado este espíritu sobre vosotros; el Espíritu divino debe dominar y controlar cada fase de la experiencia humana. Aunque debes vivir toda tu vida material, y aunque no puedes escapar al cuerpo y sus necesidades, no obstante, en propósito e ideas, tú estás cada vez más imbuído de poder para someter la naturaleza animal a la supremacía del Espíritu. En verdad existe dentro de tí una conspiración de fuerzas espirituales, una confederación de poderes divinos, cuyo propósito exclusivo consiste en liberarte finalmente de la esclavitud material e impedimentos finitos.381" Estos poderes están dentro de la mente de cada uno, a nosotros nos toca tener una conciencia alerta y entregada a la voluntad de Dios, para que ellos puedan actuar y hacernos felices en esta vida en la tierra y ganarnos a la vez la sobrevivencia eterna, siempre y cuando dejemos de ser una masa maleable al mejos postor y aprendamos a ser originales, es decir dueños de lo que pensamos y hacemos.
yolanda silva solano