"A pesar de nuestros esfuerzos para abrirnos a las vibraciones celestiales, puede ser que algunos días no sintamos nada. Pero no nos desanimemos, llegarán otros días en los que de nuevo las sentiremos. El camino que conduce a nuestra patria celestial es largo y difícil; sin embargo, si hay una cosa de la que jamás debemos dudar, es que un día la alcanzaremos, mientras que con las empresas terrenales, ¡es mucho menos seguro tener éxito!
Cuando alguien es suspendido dos o tres veces en un examen o fracasa en unas elecciones, se le hace comprender que es inútil insistir y que debe, abandonar. Pero cuando se trata de nuestra predestinación divina; cualesquiera que sean los fracasos y las caídas, debemos perseverar a toda costa. Ésta predestinación está tan profundamente grabada en nosotros; que un día u otro, alcanzaremos la meta de "ser perfectos como lo es nuestro Padre."
|