ESTANDO EN TI
(Meditación)
Estando en Ti, Señor,
oigo todos los cánticos de gozo
y me llega el clamor
de todo el alborozo
que se eleva, del mundo en cada trozo.
Estando en Ti, Señor,
todas las lenguas de todos los hombres
llenan mi derredor
y conozco sus nombres
sin que Tú me los digas ni me asombres.
Estando en Ti, Señor,
percibo el infinito sufrimiento,
el inmenso dolor
que, momento a momento,
retumba y llena todo el firmamento.
Estando en Ti, Señor,
comprendo el gran error de los humanos
al rechazar Tu amor
y ensuciarse las manos
explotando y negando a sus hermanos.
Estando en Ti, Señor,
veo con claridad Tu sacrificio,
Tu infinito favor,
el sinfín beneficio
que al hombre prestas ya desde su inicio.
Estando en Ti, Señor,
descubro que no hay ira en Tu semblante
sino, tan sólo amor,
gracia santificante,
comprensión y perdón en cada instante.
Estando en Ti, Señor,
veo cómo Tu mano nos dirige
y que Tú, el Hacedor
que el universo rige,
por el hombre mortal sufre y se aflige.
Estando en Ti, Señor,
te veo respetar la libertad
y percibo el favor
que Tu inmensa bondad,
regala a la insumisa Humanidad.
Y están en Ti, Señor,
todos los bienes y las alegrías,
las palabras de amor,
las risas y porfías
que a los hombres alegran tantos días;
los paisajes hermosos
y las claras y tibias primaveras,
los estíos luminosos
y las dichas enteras
que a los hombres regalas muy de veras:
mas, también en Ti están
los fracasos, los llantos y dolores
y las penas que van
pagando los errores
de los tan ignorantes pecadores.
DE EL VIAJE INTERIOR.
Francisco-Manuel Nácher López