"Aquél que emprende un trabajo a su medida, tiene algunas posibilidades de tener éxito, y este éxito aumenta su confianza.
Pero si se lanza a una empresa que le supera, corre el riesgo de fracasar y su fe en la vida disminuirá. ¿Quieres reforzar en ti la fe? En lugar de comprometerte en mover una montaña, mueve las piedras, una tras otra. Renovando cada día tus esfuerzos, piedra tras piedra, lograrás desplazar toda la montaña. Ésta, evidentemente, es una imagen a interpretar.
Los humanos siempre quieren lanzarse demasiado deprisa en grandes empresas, pero es un error. Quieres por ejemplo llegar a ser un cantante: no intentes promocionarte enseguida en la Metropolitan Opera. Primero debes cantar ante un gallinero; si las gallinas dejan de picotear para escucharte, es que tienes talento, puedes esperar dar un día recitales. Pero si quieres comenzar por la Metropolitan Opera, recibirás tomates y terminarás cantando ante algunos curiosos en un pequeño pueblo.
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