"¿Buscamos la felicidad? Entonces, amemos. Porque sólo el amor, proporciona la felicidad. Sí; el amor, ni la ciencia y ni siquiera la filosofía. Aquellos que saben mucho; que reflexionan mucho, no son necesariamente felices. Porque lo que descubren, no siempre es alegre. Mientras que aquellos que sienten mucho amor en su corazón; aunque no saben mucho, son más felices. ¿Por qué? Porque Dios ha puesto la felicidad en el corazón; y no, en el intelecto.
La ciencia, los conocimientos no pueden proporcionarnos la felicidad: Preparan el camino, lo iluminan, dan una orientación; pero son incapaces, de hacernos felices. Diremos: «¡Pero hay tanta gente que han hecho con el amor experiencias desgraciadas; e incluso, trágicas!» Sí, porque no sabían dónde buscar el amor y cómo amar. Así pues; si queréis ser verdaderamente felices, aprended a amar."