LA RELIGIÓN DE LA EDAD FUTURA
Fraternidad Rosacruz del Paraguay
Al pensar en la Religión de la Edad Futura, es necesario tomar en consideración
otros factores que están conectados y entrelazados, y que tienen una parte
importante en la evolución y el progreso Espiritual del hombre y del mundo.
Los factores mayores concernientes al progreso del hombre son triples:
Social, Económico y Religioso.
Somos testigos de algunos cambios rápidos en el mundo de hoy que están
causando trastornos y confusión. La mayoría de la gente no conoce la
razón de estos grandes cambios, y eventualmente, incluso no desea que
ningún gran cambio se verifique; especialmente los que llevan una vida agradable.
No desean ser molestados, y en su satisfacción y egoísmo, no les importa
nada acerca de aquellos menos afortunados en la vida. Esto constituye una
manifestación más del egoísmo del hombre, el que sabemos, debe ir siendo
suplantado paulatinamente por la bondad y la generosidad.
Tanto se ha dicho y escrito de la proximidad del fin del mundo, y tantas predicciones
se han hecho, con amenazas de crisis, catástrofes y epidemias, que existe una gran
incomprensión y temor en todo el mundo. Este miedo complejo, que las masas
pueden tener una tendencia a absorber, es el aspecto más alarmante del
cambio de condiciones, y es de lamentarse que algunos de nuestros más
prominentes guías de la religión estén continuamente predicando el evangelio
del miedo, lo cuál en ocasiones, es motivo o colaborador de casos de suicidios,
así como de desarreglos mentales. Los que asistimos a la Fraternidad Rosacruz,
sabemos que el miedo es uno de los factores relacionados al Cuerpo de Deseos,
y promulgarlo no es algo correcto, en cambio, debemos esforzarnos por superar
el temor, desarrollando el valor, la confianza y la fe en Dios.
Pero, volviendo al punto del que tratábamos, surge la pregunta de: Qué es lo
que está pasando verdaderamente en el mundo, con tantos cambios físicos
de la naturaleza, en ocasiones muy violentos, que vienen ocurriendo de un
tiempo a esta parte? Aquí podemos
responder que los estudiantes de la historia antigua (desde un punto de vista
esotérico), tanto los de filosofía como los de astrología, conocen las causas
verdaderas referentes a las condiciones presentes del mundo. Saben que lo
que está sucediendo no es en realidad el fin del mundo, sino el fin de un Ciclo
Solar, el cuál tiene lugar a intervalos de 2.000 años más o menos, y en el
que se registran grandes cambios mundiales, debido a la presesión del sol a
través de cada signo zodiacal. El hecho es que ahora estamos entrando
en el final de uno de estos ciclos.
Estamos terminando la era de Piscis, y preparándonos para entrar a la de
Acuario. Las condiciones de hoy pueden compararse con aquellas de hace
2.000 años: durante ese periodo había gran inquietud, confusión y miedo;
aunque cada ciclo sucesivo está en una espiral mayor de la evolución humana,
y lleva consigo el progreso natural efectuado por la humanidad de cada era.
La Humanidad está forzada para seguir adelante con el plan de la naturaleza
para la evolución y progreso, bien sea que nos agrade o no. Vemos el
fracaso del hombre, haciendo planes, organizaciones y civilizaciones, pero
solamente el plan de Dios se desarrolla infalible e incesantemente.
En el tema relacionado al desarrollo de nuestras religiones, tienen mucho que
ver los aspectos social y económico de nuestra evolución, porque en el proceso
de espiritualizar nuestras mentes y cuerpos, debemos tener las condiciones
materiales apropiadas, de manera que el alquimista (el Ego trabajando a
través de la mente), pueda cambiar los metales inferiores en oro. La sociedad
ya está cambiando; el espíritu cooperativo está en la atmósfera, al menos
donde no hay guerra y donde podemos respirar y pensar claramente. Si nosotros
pudiéramos tener paz, el espíritu e idealismo de la sociedad
cooperativista barrería el mundo.
La naturaleza de las características de las jerarquías que gobiernan la nueva
Época de Acuario, son socialista y cooperativista. Es inevitable alguna forma
de socialismo, bien sea que se le llame así o por otro nombre, toda vez que es
el principio fundamental de un nuevo orden. Las simpatías de estos guías
están con las masas; su esfuerzo es elevar el nivel de sus condiciones
humanas tanto social como económicamente; esto es, levantar a las masas y
a los no privilegiados al nivel de la llamada clase media. Al mismo tiempo
estas fuerzas reducen a la clase más elevada o rica, a la clase media y se
esfuerza en procurar que toda la gente sea igual social y económicamente.
El cambio que se aproxima no es solamente material, sino también
espiritual. Estamos en el umbral de una civilización no solamente fecunda en
bienestar para todos, sino que también con un entendimiento humano
de simpatía, desarrollado por el reconocimiento de los intereses comunes de todos.
Pero antes de que esta civilización pueda tener lugar, debemos pasar a través
de un período de experimentación, de inquietud y de eliminación. El mundo
debe prepararse para esta condición ideal; debe purificarse hasta cierto grado;
y lo que está sucediendo hoy en los países que se están desembarazando de
la guerra, así como en otras partes, no es más que el plan de la Naturaleza,
que está trabajando en el camino de la eliminación o purificación, de manera
que pueda quedar en condiciones para el nuevo estado.
Parece horrible que tantos tengan, o tengamos que sufrir, pero es
evidentemente necesario, de manera que el gran plan de la evolución
pueda seguir su curso. Aquellos que no acepten la nueva dispensación y
trabajen en armonía con los nuevos principios altruistas, deberán hacerse
a un lado y esperar hasta una época futura para continuar su desarrollo.
También las condiciones de la tierra deberán cambiar; esta es la razón del
porqué tenemos terremotos, turbonadas, inundaciones, etc., pues son
necesarios para cambiar el contorno de la tierra. Luego, cuando esta
eliminación y proceso de purificación termine, probablemente un gran número
de almas muy avanzadas encarnarán en la tierra, para establecer la nueva
fraternidad de los ideales del hombre.
Hemos oído y leído lo suficiente acerca de la segunda venida de Cristo y
cómo Él debe establecer las nuevas condiciones y reinar sobre la Tierra. Pero
la filosofía Rosacruz nos enseña que Cristo no vendrá nuevamente en un cuerpo
físico; más bien Él vendrá otra vez en un vehículo etéreo y nosotros lo
recibiremos en el aire. Así es que su próxima venida está probablemente
muy lejos, y entre tanto debemos mirar hacia otras almas altamente
evolucionadas para resolver nuestros problemas actuales.
Nuestro mundo pasa a través de cambios químicos y alquímicos, lo mismo
que el hombre y su cuerpo físico; y mientras esto sea verdad, lo más seguro
es que debemos esperar enfrentar diversos tipos de dificultades y dolores. Pero
estas dificultades son el reto de la vida para el alma humana; es un reto
para todo hombre fuerte, de valor, inteligencia y dominio propio. El hombre que
no ha conocido las dificultades, no ha conocido la vida, y a menos que ensayemos
explorarla y entenderla, nunca sabremos lo que es.
Otro hecho importante en el progreso humano es el sistema económico bajo
el cual laboramos particularmente en cualquier tiempo; y evidentemente
nuestra salvación social y religiosa presente espera una sensible y práctica
reforma monetaria. Cabe mencionar que en todas las palabras y actos de su
vida, Cristo enseñó a los hombres el mal del monopolio o capitalismo, y
estableció que los bienes materiales deberían llegar a todos, es decir, tener
una mejor distribución. Esto está en armonía con los nuevos principios de
la edad futura, aunque el mundo en general no esté aún preparado para
comprender estas ideas, pues actualmente las personas, por lo general no
gustan de considerar cosas que creen son “demasiado” altruistas. Consideran
que debe haber “algo en ello”. No miran nada como norma de conducta
completamente natural si no ofrece alguna oportunidad de “conseguir
algo de” sus semejantes.
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