El mal lo debemos ver como un fenómeno y no como algo inherente al ser humano, porque si bien es cierto, que “el suelo del alma en desarrollo es humano y material, el destino de esta criatura combinada de mente y espíritu, es espiritual y divino”1738, por lo tanto, los invito que abramos nuestra mente y aunemos nuestros corazones para buscar soluciones, en vez de perder el tiempo en quejas y recriminaciones inútiles. Sumemos en vez de restar, porque “Urantia, no disfrutará de una paz duradera, hasta que las llamadas naciones soberanas, no cedan inteligentemente y plenamente sus poderes, en las manos de la fraternidad de los hombres y del gobierno de la humanidad.1489" pero para que pueda existir este gobierno soberano, primero tienen que existir los ciudadanos y los gobernantes capaces de formarlo y es aquí donde todos jugamos un rol sumamente importante.

No me cabe la menor duda, que deseamos hacer un cambio positivo en nuestro Planeta y tenemos toda la razón en querer que así sea, porque en nuestras manos está el conseguirlo. Para lograrlo, sólo hace falta que tomemos una real conciencia de nosotros mismos y de nuestra responsabilidad cósmica, porque  “hay en la mente de Dios, un plan que involucra a cada criatura de todos los vastos universos y este plan consiste en un propósito eterno de oportunidades ilimitadas, progreso sin límite y una vida sin fin. Los tesoros infinitos de esta carrera inigualable son nuestros, con sólo luchar. 365" No por medio de las armas, ni de la retórica, sino con el amor de nuestras acciones conscientes.

Pero no se trata de cometer los mismos errores del pasado y también del presente, en donde en nombre de Dios y en defensa de la paz y la libertad, se comienza una lucha fratricida, queriendo cada cual imponer su verdad pequeña, egoísta y mezquina, olvidando que “no hace falta, que veamos las cosas de la misma manera, ni que pensemos de la misma forma, para ser iguales espiritualmente. Por algo Jesús nos dijo: he venido al mundo para proclamar la libertad espiritual, para que los mortales tengan la fuerza de vivir su vida individual, con originalidad y libertad ante Dios. No deseo que se compre la paz social y la paz fraternal, al precio del sacrificio de la personalidad libre y de la originalidad espiritual, porque ésta la podéis experimentar en el regocijo de vuestra dedicación, unida a hacer de todo corazón la voluntad de mi Padre. La unidad espiritual, deriva de la conciencia de que cada uno está habitado y cada vez más dominado, por el don espiritual del Padre celestial”1591. “Jesús sabía que cada hombre es diferente a los demás y así enseñó a sus apóstoles. Repetía una y otra vez, que no intentaran moldear a los discípulos ni a los creyentes según un modelo preestablecido. Lo que buscaba era que cada alma pudiera desarrollarse a su propia manera, como individuo diferente, distinto y en vías de desarrollo. 1582"

Si queremos contribuir al futuro promisorio de Urantia, debemos abandonar completamente, todo plan que signifique atacar a un hermano de ninguna forma, porque “Dios rechaza el pecado, pero ama al pecador” y consecuentes con este principio,  deberíamos mantenernos al margen de cualquier crítica o intolerancia. Debemos abrazar la bandera de la paz y de los cambios, sin condenar ni juzgar a nadie, porque “la religión de Jesús consiste no solamente en creer, sino en hacer lo que el evangelio requiere, porque seguir a Jesús, significa compartir personalmente su fe religiosa y entrar en la vida del Maestro y de su servicio altruista hacia el hombre.1769"

La violencia, jamás podrá ser combatida con la violencia, horroriza ver como las manifestaciones a favor de la paz y de las causas justas, se están volviendo cada día más violentas y por lo mismo más inconsecuentes. Somos incapaces de darnos cuenta que la paz, al igual que la felicidad, son estados de conciencia, que nacen de adentro hacia afuera y que sólo se pueden adquirir cuando se cumple el mandato del Maestro cuando nos dijo: “Amad a vuestros enemigos, recordad las exigencias morales de la hermandad humana. Un agravio, no se corrige con la venganza. No cometas el error de luchar contra el mal, con sus propias armas. Ten confianza en el triunfo final de la justicia divina y de la bondad eterna. 1580"

Si tuviésemos más confianza en este final promisorio, daríamos más valor a los artículos y a las campañas que nos piden "Terminar con el odio" en vez de rasgar vestiduras y acrecentar las diferencias, por un beso en la boca que en muchos países es costumbre y señal simplemente de amistad. Nos quedamos en lo aparente sin importancia, y perdemos la oportunidad de reforzar la esencia de lo que significa terminar con el odio y las diferencias a nivel mundial, dejando de lado el orgullo y la vanidad de sentirnos intocables.

 No podemos ser, simples espectadores de lo que ocurre en el planeta, debemos involucrarnos, porque somos partes muy importantes de su evolución, pues aunque nos resulte difícil de entender, “Dios y los hombres se necesitan mutuamente. Son plenamente necesarios para el alcance pleno y final de la experiencia de la personalidad eterna, en el destino de la finalidad universal 2084" porque aun, cuando nos parezca casi imposible por la grandeza que encierra, Dios se puede realizar sólo, en los dominios de la experiencia humana” 23 porque "la humanidad no asciende sin esfuerzos en el universo, pero tampoco evoluciona el Supremo sin una acción inteligente y propósito. Las criaturas, no alcanzan la perfección sólo con pasividad, ni tampoco puede el espíritu del Supremo, actualizar el poder del Todopoderoso, sin el ministerio incesante de la creación infinita”.1284

¡ Qué verdad más maravillosa, tomar conciencia que no soy un ser humano de cuarta categoría, sino que soy un hijo de Dios, y como tal, El necesita de mí, tanto como yo necesito de El. Lo que haga o deje de hacer, no sólo me atañe en lo personal y en mi sobrevivencia, sino que mis obras, mis pensamientos y sentimientos también tienen repercusión cósmica porque soy parte del Todo.

¡ Tremenda responsabilidad la nuestra y cuan poco pensamos en ella..! Es más fácil criticar y quejarse por todo lo que anda mal, en vez de hacer una introspección y preguntarnos ¿ hasta que punto pongo en práctica las enseñanzas de Jesús .?...¿Estoy actuando como un discípulo fiel o sólo actúo como un sapiens más, lleno de odios y rencores.?....¿Soy capaz de ver, más allá de las apariencias y confiar en la sabiduría divina, a pesar de todo lo que ocurre en el mundo.?...Hablamos de paz, de injusticia pero ¿ la practicamos nosotros en nuestro entorno.? ¿ Somos capaces de amar a nuestros enemigos, a esa persona que no opina o no piensa como nosotros.? ¿ Perdonamos a aquella que en alguna forma, nos ha hecho daño .? ¿Compartimos lo que tenemos con los que tienen menos, tanto en el plano espiritual como en el material?

yolanda silva solano