¿Qué nosotros somos? ¿Líderes o seguidores? ¿Hacemos lo que bien anhelamos y seguimos para donde apunta nuestra nariz o estamos cientes que es mejor oír la voz de un gran Líder y seguir la dirección qué Él nos dé? ¿Creemos que somos capaces de alcanzar nuestros objetivos y realizar nuestros sueños sin a ayuda de nadie o, humildemente, reconocemos que no existe persona mejor para conducirnos que el Señor y Salvador Jesus Cristo?
Muchos de nosotros trompicamos y caímos constantemente en el camino de la vida porque no aceptamos que el Camino nos dirija. Muchos de nosotros somos confundidos y engañados porque no dejamos que la Verdad alumbre nuestras mentes. Muchos de nosotros estamos a lo margen de la muerte espiritual porque no abrimos el corazón para el Señor que es la Vida, abundante y eterna.
El Señor Jesus es nuestro Líder. Con Él tenemos la plena convicción del que llegaremos al lugar deseado. Con Él no nos enmarañaremos en la tela de la mentira. Con Él no nos tornaremos prisioneros de la muerte, pero, libertos por la Verdad, viviremos en paz, goce y felicidad, para siempre.
¿Es usted un líder o un seguidor?
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