Un trágico error que menudo es cometido, es asumir que la Voluntad de Dios, está limitada a ser algo muy insípido , o realmente desagradable. Conscientemente o no, algunas personas consideran a Dios como un duro director de tareas o un padre severo. Demasiado a menudo sus plegarias equivalen a algo como esto:Por favor, Dios, dame tal y cual don, el cual yo vehementemente necesito, y supongo que no lo harás porque piensas que no es bueno para mí. Innecesario es decir que una plegaria de esa clase es respondida, como todas las plegarias son respondidas, de acuerdo a la fe del sujeto, lo que es decir, el don no es concedido. La verdad es que la voluntad de Dios , para nosotros, siempre significa mayor libertad, mayor autoexpresión, nueva y más brillante experiencia, más extensa oportunidad de servicio a otros, vida más abundante.
Dios es amor, y el que permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios en él.( l Juan 4:16)
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