La vida acelerada y difícil que la inmensa mayoría de los seres humanos debe vivir para satisfacer sus necesidades, a simple vista parecieran ser un obstáculo para una vida religiosa y espiritual, sin embargo es todo lo contrario, pues cada cansancio, cada dificultad que se nos presenta debería ser un estímulo y una oportunidad para que nuestra fe y nuestra espiritualidad se manifestara pues "el hombre crece conscientemente desde lo material hacia lo espiritual.1282" Los acontecimientos diarios son los que nos permiten poner en práctica aquello que decimos creer porque "las dificultades pueden desafiar la mediocridad y derrotar al temeroso, pero sirven de estímulo para los verdaderos hijos de Dios.556"
Lo más perjudicial que nos puede ocurrir en nuestro camino evolutivo es separar lo espiritual de lo material, dejar solamente unas horas o un día para la oración, es el peor de los autoengaños, porque la verdadera religión hay que vivirla en medio de todo lo que nos ocurre, tanto de lo bueno como de lo malo, porque "ninguna experiencia ocurre jamás en vano, ningún significado verdadero perece. 1200" porque es nuestra conciencia de lo que nos ocurre, lo que le da valor de sobrevivencia a lo que nos toca vivir. No es lo que nos pasa lo que tiene valor, sino la forma como nosotros reaccionamos y actuamos frente a la vida cotidiana.
Jesús nos dió el ejemplo de ello, pues de sus 33 años, vivió 30 en el anonimato, aprendiendo a convivir con su familia, con su situación económica que en algún momento llegó a ser muy precaria. Durante todos estos años trabajó como carpintero y ´pasó exactamente por todo lo que nosotros alguna vez hemos pasado, para dejarnos su testimonio y enseñarnos que para ser un verdadero hijo de Dios, no es preciso hacer cosas fuera de lo común, sino que las cosas comunes hacerlas en unión y por amor a nuestro Padre.
Muchas veces suponemos que los momentos esporádicos de misticismo son los que verdaderamente nos unen a Dios, sin embargo no es así porque " la emoción por sí sola es una conversión falsa; hace falta tanto la fe como el sentimiento. En cuanto tal movilización de lealtad humana permanezca incompleta, hasta ese punto la experiencia de la conversión será una realidad mezclada de lo intelectual, lo emocional y lo espiritual.1089" Y algo muy similar ocurre con el conocimiento, podemos ser expertos en la formación de los Universos y en la Jerarquía que los rige, pero este conocimiento puede transformarse en alimento para nuestro ego, pero de hambre para nuestro espíritu, pues "la cristalización intelectual de los conceptos, invalidad el verdadero conocimiento y nos impiden llegar a la sabiduría1471"
Jesús conociendo el alma humana nos dijo: "No podéis estaros quietos en los asuntos del reino eterno. Mi Padre requiere que todos sus hijos crezcan en la gracia y en el conocimiento de la verdad. Vosotros que conocéis estas verdades debéis rendir cada vez más los frutos del espíritu y manifestar una devoción creciente al servicio altruista de vuestros conservidores. Y recordad que, cuando ministréis aun al más humilde de mis hermanos, hacéis ese servicio para mí, porque la verdad está viva; el espíritu de la verdad por siempre conduce a los hijos de la luz a nuevos dominios de realidad espiritual y servicio divino. No se os da la verdad para que la cristalicéis en formas establecidas, seguras y honradas. Vuestra revelación de la verdad tanto se ha de enaltecer al pasar por vuestra experiencia personal que se descubrirá nueva belleza y nuevos frutos espirituales ante todos los que contemplan vuestros frutos espirituales y por ello son conducidos a glorificar al Padre que está en el cielo. Sólo aquellos siervos fieles que crecen así en el conocimiento de la verdad, y que así desarrollan una capacidad de apreciación divina de las realidades espirituales, pueden esperar alguna vez entrar plenamente en el gozo de su Señor.1917"
Si consideramos a Dios no como algo lejano e inalcanzable en este mundo, nos será muy difícil el acordarnos de El en medio de nuestra cotidianidad, pero si aprendemos a sentirlo como nuestro Papá del cielo, nuestro trato será diferente y nada de lo que hagamos nos parecerá indigno de hacerlo junto a él. Su recuerdo no se manifestará en una oración aprendida cuando niños, sino que será un diálogo familiar, fluído y sencillo porque estará motivado por la sinceridad y el amor.
Pensemo también que mientras nosotros elevamos lo material a la categoría de espiritual, permitiendo que nuestra alma crezca, " nuestro Espíritu residente también está evolucionando porque "también crece y desarrolla nuevas técnicas para alcanzar hacia abajo desde el nivel espiritual a los niveles morontiales del alma; y una vez que se origina el alma, ésta comienza a crecer en sí misma y por sí misma. Esto es en cierto modo semejante a la forma en la cual se expande el Ser Supremo. Su soberanía crece dentro y a partir de los hechos y logros de las Personalidades Creadoras Supremas; ésa es la evolución de la majestad de su poder como gobernante del gran universo.1282"
Si consideramos nuestra vida cotidiana, desde estas perpectivas cósmicas ¿tenemos derecho a encontrarla agotadora o sin importancia.???? Ella es el primer peldaño en nuestra escala hacia la eternidad junto a nuestro Padre.
yolanda silva solano
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