"Tener demasiadas cosas de diferente naturaleza en la cabeza, querer alcanzar varios objetivos a la vez, debatirse en todas las direcciones, éste es el mejor medio de perder nuestras fuerzas. Reflexionen bien sobre ello y decídanse a concentrarse en una única idea, un solo deseo: todas sus energías estarán así orientadas hacia este objetivo y desarrollarán una fuerza fantástica. Cuando un país está en guerra, si debe enviar su ejército en todas las direcciones, en todos los frentes, dispersa sus fuerzas y éstas ya no son tan eficaces como lo serían si estuvieran concentradas en el mismo lugar. ¡Es tan evidente y fácil de comprender! Tomen una lupa y concentren los rayos de sol en un punto: pueden incendiarlo todo. Pero si los rayos se dispersan, aunque sostengan la lupa durante varios años, no se producirá nada. Sólo la concentración, ya sea la del fuego, la de la luz, la del pensamiento, la del sentimiento o la de la acción, aportan la verdadera fuerza."
|