Esperar... ¿Por qué?
"No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé" (Juan 15:16).
El gran compositor no busca inspiración para trabajar, pero, se pone inspirado porque está trabajando. Beethoven, Wagner, Bach, y Mozart hacían su trabajo costumeiro, día despues día. Ellos no desaprovechaban tiempo esperando por inspiración. (Ernest Newman, Escritor)
¿Qué estamos esperando para servir al Señor? ¿Qué estamos esperando para hablar de las maravillas del reino de Dios? ¿Qué estamos esperando para ser bendiciones aquí en este mundo?
A veces pasamos días, meses y hasta años, esperando que el Señor nos llame. "Estoy esperando la dirección del Señor", algunos dicen. Pero, la Palabra del Señor nos asegura de que ¡ya fuimos llamados! El Señor nos escogió y nos mandó salir y producir frutos. Vamos a hacer lo que ya nos fue mandado y, durante el trabajo, si el Señor nos da otra dirección, obedeceremos. El Señor no nos dará desafíos mayores si no estemos siguiendo aquello qué ya nos dejó escrito.
No hay nada que nos inspire más amor que el acto de amar. No hay momento de mayor felicidad que aquél en que nos mostramos dispuestos a sembrar alegría. No hay momento de mayor esperanza que aquél en que viramos la espalda para las dudas y abrazamos, de ojos cerrados, la fe que el Señor nos ofrece.
Quiero estar trabajando cuando el Señor me mande hacer un algo. Quiero estar predicando el Evangelio cuando el Señor me mande seguir un camino por Él determinado. Quiero estar buscando ser una bendición cuando el Señor me diga: "Sê tu una bendición".
Quiere ser ¿escogido para hacer la obra de Dios? Entonces no espere más, empiece a trabajar ahora mismo. Después... deje con el Señor
|