Los seres humanos somos muy dados a creer y respetar las opiniones de quienes poseen una buena oratoria o son poseedores de un gran conocimiento, sin embargo en lo que se refere a crecimiento espiritual, estos dones no tienen la menor importancia, pues lo único válido para que una religión o filosofía sea fructífera, es lo que la persona en forma individual, es capaz de comprender y por lo tanto incorporar la enseñanza a su vida .
El LU de un verdadero tratado de Conocimientos, pues en sus páginas encontramos relatos que casi parecen de ciencia ficción para nuestra mente limitada ¿cómo imaginar a seres inteligentes que no respiran? ¿Cómo comprender realmente todo lo concerniente a los Universos y las múltiples Personalidades que los rigen? Nuestra imaginación queda corta y nuestra memoria tiene que ser grande para retener nombres nunca antes escuchados y sólo nuestra fe nos puede ayudar a aceptar la inmensidad de la Revelación, pues "La naturaleza de Dios puede estudiarse en una revelación de ideas supremas, el carácter divino puede considerarse como una representación de ideales excelsos, pero la más esclarecedora y espiritualmente edificante de todas las revelaciones de la naturaleza divina ha de hallarse en la comprensión de la vida religiosa de Jesús de Nazaret, tanto antes como después de que alcanzara plena conciencia de la divinidad. Si la vida encarnada de Micael se toma como antecedente de la revelación de Dios al hombre, podemos intentar poner en símbolos verbales humanos ciertas ideas e ideales respecto a la naturaleza divina, que acaso pueden contribuir a una mayor iluminación y unificación del concepto humano de la naturaleza y el carácter de la personalidad del Padre Universal.33"
"Jesús bien sabía que Dios tan sólo puede ser conocido por las realidades de la experiencia; no se lo puede comprender nunca por la sola enseñanza de la mente. Jesús enseñó a sus apóstoles que, aunque jamás podrían comprender plenamente a Dios, con certeza podían conocerle, aun como habían conocido al Hijo del Hombre. Podéis conocer a Dios, no tanto entendiendo lo que dijo Jesús, sino más bien conociendo lo que fue Jesús. Jesús fue una revelación de Dios. Escuchar las enseñanzas de Jesús no equivale a conocer a Dios; pero ver a Jesús es una experiencia que en sí misma es una revelación del Padre al alma. El Dios de los universos gobierna una vasta creación, pero es el Padre en el cielo el que envía su espíritu para que habite en vuestra mente. Jesús es el lente espiritual en semejanza humana que hace visible a la criatura material a Aquél que es invisible. Él es vuestro hermano mayor que, en la carne, hace que vosotros conozcáis un Ser de atributos infinitos, a quien ni siquiera las huestes celestiales pueden suponer comprender plenamente. Pero todo esto debe consistir en la experiencia personal de cada creyente. Dios que es espíritu puede ser conocido sólo como experiencia espiritual. Dios puede ser revelado a los hijos finitos de los mundos materiales, por el Hijo divino de los reinos espirituales, sólo como un Padre. 1856
Conociendo nuestras limitaciones, la comprensión paternal de Dios, nos entregó la cuarta parte del LU la cual está dedicada exclusivamente a la parte práctica de la enseñaza, pues "de todo conocimiento humano, el que tiene mayor valor, es conocer la vida de Jesús y como El la vivió.2090 " Aquí no necesitamos un intelecto brillante, basta tener un corazón bien dispuesto para escuchar a su Hijo que vino a revelarnos que Dios es nuestro Padre y todos los hombres nuestros hermanos. Si los cristianos fuésemos capaces de asimilar y hacer nuestros estos dos conceptos, podríamos realmente cambiar nuestra vida y la de nuestro Planeta, porque en verdad "la experiencia de una vida religiosa dinámica transforma al individuo mediocre en una personalidad de poder idealista. La religión sirve al progreso de todos porque fomenta el progreso de cada individuo, y el progreso de cada uno es aumentado por el logro de todos.1094
Una vida relgiosa dinámica es aquella que no tiene dogmas ni límites, que busca la Verdad donde quiera que ella se encuentre, porque cada experiencia de la vida cotidiana encierra el significado que cada uno de nosotros necesita en el momento preciso. Jesús nos dice: "en todo lo que hacéis, no os volváis dogmatícos y súper especializados.1766 y tampoco "debéis ser místicos pasivos, ni ascetas insulsos. 1931 porque lo único que realmente tiene valor de sobrevivencia eterna es nuestro grado de comprensión de lo que hacemos y de nuestra disponibilidad para unirnos a nuestro Espíritu residente y poder así llegar algún día a ser perfectos como nuestro Papá del cielo, cumpliendo su voluntad no en forma de conformismo ciego, sino motivados por su amor paternal que nos dice que El sabe lo que es mejor para nosotros.
yolanda silva solano
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