LA LLAVE
¡Qué admirable es la llave de oro que cierra cuidadosamente la puerta
del castillo donde viven los fantasmas!...
Si sabes usarla, si tienes cuidado de que esta puerta en determinados momentos
no se abra, por más que desde adentro el tumulto de las tristezas, de los temores, de
las preocupaciones, de la pasión de ánimo, quiera forzarla, ¡cuánto será tu
paz y cuán permanente tu alegría!
Al principio es muy difícil cerrar esta puerta: los fantasmas negros tiran de
las hojas con toda su fuerza; logran mantenerlas entreabiertas, y se van colocando
por allí e invaden el campo de tu alma, y arrancan de él las santas flores de la alegría.
Pero la gimnasia vase haciendo cada vez más fácil y segura. Adquiérese una
gran agilidad; sorprendes enseguida los movimientos astutos de la turba negra,
y acabas por confinarla definitivamente en el castillo de la pena, de las Imaginaciones
dolorosas, de los Miedos sin razón, de las Angustias sin objeto.
Lo esencial es ser rápido en los movimientos. En cuanto notes que se
quiera colar algún fantasma, examina la cerradura, da dos
vueltas a la llave y vuelve la espalda.
El fantasma será insinuante, expresivo.
Pretenderá decirte muchas cosas. No hagas caso de sus invitaciones, de sus
solicitudes, de sus argucias, de su llanto: lo que él quiere es envenenarte el día.
Dirás acaso que con tener condenada la puerta del castillo escaparías para
siempre ... Más debe advertirte que en ese castillo moran también las imaginaciones
alegres, los pensamientos joviales que nos hacen llevadero el camino, Y la ciencia
está en dejar a éstos libre la puerta y en impedir a los otros la salida...
¡Qué admirable es la llave de oro que cierra cuidadosamente a su tiempo
la puerta del castillo donde viven los fantasmas!
AMADO NERVO