Hay personas...
Hay personas calladas y precisan de alguien para conversar.
Hay personas tristes que precisan de alguien que las mime.
Hay personas tímidas que precisan de alguien que
las ayude a vencer la timidez.
Hay personas solitas que precisan de alguien para jugar.
Hay personas con miedo que precisan de alguien para darles una mano.
Hay personas fuertes que precisan de alguien que las
hagas pensar en la mejor manera de usar su fuerza.
Hay personas habilidosas que precisan de alguien para
ayudar a descubrir la mejor manera de usar su habilidad.
Hay personas que juzgan que no saben hacer nada y
precisan de alguien que las ayude a descubrir cuanto saben hacer.
Hay personas apresuradas que precisan de alguien
para mostrarle todo lo que no tienen tiempo de ver.
Hay personas impulsivas que precisan de alguien que
las ayude a no lastimar a los otros.
Hay personas que se sienten de afuera y precisan de
alguien que les muestre el camino de entrada.
Hay personas que dicen que no sirven para nada y
precisan de alguien que las ayude a descubrir como son importantes.
Y precisan de alguien.
Así como Tú ¡Mi amigo!
Que cada uno de nosotros podamos servir a los demás y
ayudarles en el momento que lo requieran, porque si ese
es nuestro sentir agradamos al Señor, nadie es perfecto
pero ayudamos a que la vida vaya en pos de eso al imitar
a Jesús en nuestra forma diaria de vivir, si amamos a
los amigos y los demás, entonces estamos para advertir,
colaborar, y manifestar las necesidades que tienen.
"Cuando encuentres perdido el buey o el burro de tu enemigo,
se lo llevarás. Si ves caído con la carga al burro del
que te quiere mal, no pases de largo,
sino ayúdalo a levantarlo."
Exodo 23: 4,5
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