"La felicidad no está en el destino sino en el camino.
La felicidad depende de cómo vives, no de una meta que persigues. Por eso,
decide ser feliz ahora mismo en medio de los apuros, el dolor y los contratiempos.
No permitas que tu pasado acabe con tu presente y arruine tu porvenir. No te
pierdas el ahora preparando un futuro que acaso no has de vivir. Lo que
necesitas es valorarte, aceptar la realidad y transformarla con la
paciencia y la cordura del amor.
Atesora suficiente fortaleza para no rendirte y suficiente confianza
para derrotar los temores.
Ten fe suficiente para confiar, amor suficiente para servir, esperanza suficiente
para conquistar tus sueños. Recuerda que lo extraordinario se esconde en el
encanto de lo ordinario cuando haces todo con amor. Vive abierto al perdón y a
los cambios, sé libre en el desapego, puro en la integridad, sereno en tu fe. Sé feliz ahora.
Los mejores momentos de tu vida serán aquellos en que vivas inspirado en el
amor a Dios, a ti mismo y a los otros.
Seguramente ya comprobaste que tu felicidad nace de amar y servir, no de
nacer con buena estrella. Y también habrás aprendido que puedes estar
alegre y en paz, aunque enfrentes serias dificultades. Hay días en los que no
te queda ni un asomo de confianza, pero el sol vuelve a salir y tu ánimo vuelve a crecer.
El secreto está en ser paciente y tolerante, actuar con desapego y nunca
apartarte del Buen Dios. Las derrotas dejan de ser tales cuando aprendes
algo y las penas se aligeran en una perspectiva de infinito. Con Dios en tu
alma puedes encender brasas dormidas, mirar hacia lo alto y cerrar viejas
heridas. Todos somos seres migratorios y "un día veremos que la muerte
no puede robarnos nada de lo que nuestra alma ganó".
Rabindranat Tagore