El amor es una acción voluntaria. No puede ser ordenado ni forzado. El amor no puede crecer bajo la intimidación; debe haber una libertad completa para escoger lo que es bueno: libertad total para buscar a Dios, libertad total para dejar de servir al yo y servir a otros, libertad total para cometer errores y aprender de ellos, libertad total para buscar entender al creador, libertad total para alejarse de lo que inhibe su crecimiento en amor, libertad total para escoger amar a Dios, libertad total para escoger sacrificar su vida para agradar a Dios, libertad total para escoger dar su vida por el beneficio de sus amigos, e incluso libertad total para cambiar de parecer y regresar al amor egoísta y traicionero. |