Vivir a tope” es vivir al máximo el momento que Dios nos dona (la vida), una frase que tenemos que hacer vida en todo momento. Una frase que nos recuerda una alegría cristiana, un sufrimiento no lejano, un compartir con todos, un enojarse como buen cristiano, una oración como la que hace todo buen creyente y aunque no queramos una frase que encierra hasta un llorar como todos, eso sí todo hecho y vivido comunitariamente.
La vida comunitaria debe ser el “Vivir a tope la hora de Dios” para cada uno de nosotros. Tenemos que aprender a abrirnos en cada instante a Dios, como un Abraham que escucha la voz de Dios en Ur “sal de tu tierra, deja todo”; para vivir a tope tenemos que dejar de depender de muchas cosas (salir de nuestra tierra) que nos tiene maniatado, presos, ciegos... cosas como:
Una posición, sí, nos forman desde pequeños para ser poseedores de una posición económica, social, religiosa, financiera. Cuantos jóvenes hay malgastando su vida, vendiéndose al mejor postor, solo por un puesto en una estructura, eso no es vivir a tope, aprendamos al Maestro que no tiene ni en donde reclinar la cabeza. Si la posición que deseas es para el servicio de los más necesitados enhorabuena, estas comenzando a vivir la hora de Dios, pero si tus oraciones son solo para pedirle a Dios posiciones, lugares de preferencias, ser el primero, etc., no estás viviendo a tope la hora de Dios.
Una vida cómoda, si, no sufrir, que no me falte nada, “señor no quiero ser como esos”, ahí tampoco podemos vivir a tope, “le reconocerán porque serán perseguidos, calumniados, golpeados... por mi culpa”. El Evangelio de Jesús no es para gente que quiere quedarse cómoda, estática, el Evangelio de Jesús es movimiento, es vida, es vivir a tope cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día, cada instante, pero todo esto en servicio a los demás que son mis hermanos.
Hacer un Dios a mi manera, un Dios que me acepte así como soy pero al otro no; si peco y me confieso empato. Cuantos jóvenes hay que quieren a un Dios que les de todo lo que quieren, pero cuando les toca el sufrir, la prueba, el calvario y por ende su crucifixión, cuestionan a aquel Dios. Jesús supo vivir cada segundo la hora de Dios, acepto todo porque sabía que esa era su misión, si tal vez hubiese hecho un Dios a su manera no tuviera que haber muerto en una cruz, sino hubiese escogido su muerte. Vivir a tope la hora de Dios es aceptar la realidad que nos toca vivir, que nos toca transformar, hoy a cada uno de nosotros.
Vivir en un cielo ficticio, cuantas y cuantos hay que entran en éxtasis en una oración, en un encuentro juvenil, en una bella Eucaristía y quisieran decir “hagamos tres chozas, porque aquí si se siente bien”; recordemos que Jesús baja del monte de las bienaventuranzas a la realidad, porque su misión es estar ahí donde lo único que existe es cambiar a la realidad, porque su misión es estar ahí, donde lo único que existe es cambiar al sufrimiento en paz, al dolor en alegría, levantar al caído, dar una palabra de aliento o un apoyo a aquel que lo necesite, etc.. Si tú éxtasis o tu sentir mejor espiritualmente te lleva a abrirte al otro, a la otra , estas viviendo a tope la hora de Dios, porque esos momentos bellos con nuestros hermanos (fraternidad) y por ende con Dios nos tiene que dar el combustible para que la frase del Maestro “que todos sean uno como tu y yo Padre somos uno” se haga una realidad; a esta realidad se le llama “La hora de Dios”.
El tiempo, problema enorme para que los jóvenes puedan vivir a tope la hora de Dios, a partir de ahora observa en tu colegio, tu comunidad, tu grupo, en fin en tu realidad cotidiana el comportamiento del ser humano; siempre con prisas, corriendo, agitados, la música que se escucha es rápida en su ritmo, todo precisa para mañana; pero ¿llegará el mañana?, estamos seguros que llegará. Recordemos que el mañana no existe; el mañana lo creamos enfrentando nuestra realidad en el ya, transformándola. Ese vivir la hora de Dios, es precisamente disfrutar cada instante del tiempo que Dios nos regala a tope, hasta lo máximo, sin prisas, porque lo que importa es este ya, este segundo de vida, este regalo. Moldea tu vida (Dios no lo hará por ti) instante a instante, viviendo a plenitud la hora de Dios; muchos y muchas se atreven a vivir en el tiempo no a sobrevivir o existir en el tiempo,, porque ese vivir en el tiempo y con el tiempo es vivir a plenitud la resurrección de Jesús.
Las modas es parte del mundo consumista y egoísta, al cual duele decirlo, pertenecen muchos jóvenes, cuantas y cuantos sufren por no poder comprar o tener una ropa de marca, especialmente para ir a la celebración comunitaria; no nos engañemos, hay demasiados jóvenes que viven el tiempo que Dios les regala (vida) en consumismo religiosos; cuanto dinero se gastan en ropa de marca, “miren que bellos los lirios y las flores del campo, ni Salomón vistió así”. Joven ponte una mano en el corazón y medita, porque aunque no lo creas te falta demasiado para vivir a tope la hora de Dios. Vistamos al desnudo, ayudemos al hambriento, levantemos al pobre, al necesitado, esta es la moda que debemos seguir, una moda creada por Jesús, está es la hora y el momento, si tu no lo haces, alguien se atreverá.
Jesús vivió a tope la vida que el Padre le donaba, pero la hora de Dios en la vida de Jesús, fue su Resurrección, y de este apreciado momento en adelante muchos se atrevieron a vivir y viven esta hora de Dios; sí, Jesucristo resucitado nos enseña a cada instante como vivir a tope el momento de Dios.
La resurrección de Jesús demostrada con nuestros actos al servicio de los más necesitados material y espiritualmente, es lo que nos tiene que motivar a vivir el momento de Dios, para transformar este mundo de un egoísmo religioso a un cristianismo reflejo de una Resurrección de Jesús en el hoy.
En fin, jóvenes que merecido para recibir este gran regalo, “La vida”, y está con miras al servicio de los demás, cuando cada uno de los que nos llamamos cristianos, hagamos vida esta opción que es el mandamiento de Jesús estaremos viviendo a tope la hora de Dios.
Tenemos que comenzar a “Vivir a tope la hora de Dios”, contagiar a los demás de esta locura; vivir a tope esa hora, esa hora que es hoy y fue ayer, pero vivirlos comunitariamente en servicio de todos.
Animo...