Dios te hizo diferente, no indiferente. Dios te hizo extraordinario, no ordinario. Dios te hizo significante, no insignificante. Dios te hizo competente, no incompetente. Dios te hizo, compatible, no incompatible. Dios te hizo activo, no inactivo. Dios te hizo indispensable, no prescindible. Dios te hizo perfecto, no defectuoso. Dios te hizo apto, no inepto. Dios te hizo distinto, no indistinto. Dios te hizo adecuado, no inadecuado. Dios te hizo eficiente, no ineficiente. Dios te hizo superior, no inferior. Dios te hizo responsable, no irresponsable. Dios te hizo solvente, no insolvente. Dios te hizo sensato, no insensato. Dios te hizo eficiente, no deficiente. Dios te hizo constante, no inconstante. Dios te hizo perspicaz, no malicioso. Dios te hizo irresistible, no resistible. Dios te hizo sensible, no insensible. Dios te hizo extraordinario, no común. Dios te hizo decidido, no indeciso. Dios te hizo original, no una copia.
Tomado del libro: 'Usted nació original, no muera como una copia'
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