"Trabajamos para el advenimiento del Reino de Dios; y para el advenimiento de la fraternidad entre los humanos, pero al mismo tiempo no debemos hacernos ilusiones: Todavía tenemos muchos obstáculos con los que enfrentarnos; y cada vez, esto debe ser para nosotros ocasión para manifestar unas cualidades que en circunstancias favorables no hubiéramos podido demostrar. En efecto, observemos que cada vez que se desencadenan los poderes del mal, se levantan unos seres para hacer oír la voz de la justicia y del bien; encontrando en sí mismos, recursos insospechados.
Los obstáculos, son los que nos impulsan a luchar y a hacer esfuerzos: Nos obligan a mostrarnos más valerosos y decididos de lo que creíamos ser capaces. Decimos que es difícil. Evidentemente, pero es la única manera inteligente de reaccionar. Así pues, en vez de quejarnos y rebelarnos, debemos deciros: «Gracias Señor, gracias a estas dificultades me fortaleceré y me superaré. » Y ¡qué alegría obtener unas victorias que no hubiéramos osado esperar!"
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