Primero tiene uno que retirarse al silencio del alma antes de que empiece a escuchar los cinco acordes de la Música Celestial.
Las corrientes sensorias tienen que ser retiradas del cuerpo y ser concentradas en el aposento del alma que está justo detrás y entre las cejas.
La jornada hacia adelante empieza desde este nivel, el séptimo en orden de abajo hacia arriba.
Cuando el alma se eleva por encima de los seis Chakras o ganglios inferiores del cuerpo físico o Pind, y alcanza el loto de los mil pétalos (Sahas Dal Kanwal), la séptima etapa,
se acoge al primero de los cinco acordes de la Música Divina y sigue adelante.
No hay Verbo o Naam en los seis Chakras inferiores, los cuales son en verdad el sepulcro del que tenemos que elevarnos y llegar al punto desde donde empieza el gran camino principal de la espiritualidad.
Otro Santo dice:
En la séptima etapa empiezas a escuchar los cinco acordes de la Música Divina, cuando retiras la lápida que encierra al alma en la tumba del cuerpo, la cual incluye los seis Chakras inferiores.
De aquí en adelante, la Música Celestial se hace cargo del alma y la jala de etapa en etapa hasta llevarla al Sat Purush, al Sat Naam