Si alguna vez me siento solitario o solo, existe Alguien que me escuchará y me dará consuelo. Dios escuchará y me responderá con amor y bondad. Basta con tomar conciencia de la presencia de Dios dentro de mí para sentir una sobrecogedora oleada de amor y calidez. La presencia de Dios estará siempre dentro de mí, listo para consolarme. Sé que no estoy solo.
Si me encuentro en una situación en la que me siento inseguro, afirmo que Dios me está protegiendo y guiándome de manera segura y efectiva. Confío en salir de esta experiencia fortalecido y renovado. Hablo a Dios en la oración, liberándome de todo lo que me preocupa. Sé que Dios escucha y luego me habla a través de pensamientos e ideas que me muestran claramente el camino. Sé qué hacer y tengo fuerzas para hacerlo. Dios me protege y me guía