"Si lo hemos olvidado, todas las verdaderas palabras que hemos leído o escuchado prosperarán un día en nuestra conciencia. Porque tales palabras, poseen la fuerza que da la luz. Sin que lo sepamos, dichas palabras se han grabado en nosotros, en nuestro subconsciente en donde hacen su camino; y tarde o temprano, en el momento en el que menos lo esperemos, con motivo de un encuentro o de un acontecimiento no podremos escapar de ellas.
Diremos: «Pero entonces, ¡la verdad no nos deja nunca en paz!» Esto depende, de lo que entandamos por paz. Si llamamos «paz» a la posibilidad de sin discernimiento dar rienda suelta a nuestros pensamientos, sentimientos, deseos y a caprichos, no nos asombraremos si algunas verdades que hemos oído de un sabio o de un Iniciado Espiritual, vengan a prevenirnos de que estamos extraviados. Y estas verdades nos picarán un poco, nos morderán y nos enfurecerán: Esto es cierto, no nos dejarán tranquilos. Pero si las aceptamos y tomamos la dirección correcta, ¡qué paz experimentaremos!"
|