Reflexión :
no olvidemos que somos
mucho más que un cuerpo,
este solo es el vehículo o herramienta
que se nos ha proporcionado para vivir
esta experiencia humana.
El mandamiento de Nuestro Amado Jesús,
va mucho mas allá.
Para poder amarnos verdaderamente,
dejemos de lado la personalidad ,
con todo y sus dualidades.
Es nuestro SER y la propia esencia Divina
que emana desde la Fuente.
Cuando aprendemos
a conectarnos conscientemente,
todo lo demás es superfluo
y honrarémos la vida sagrada
que se nos ha dado a cada SER,
entonces tomaremos conciencia
de lo que somos en realidad,
desde esa amplia perspectiva,
dejamos de juzgar y juzgarnos,
separar y separarnos,
etiquetar y etiquetarnos,
y el AMOR fluye para todo y TODOS.
TODOS somos UNO!